viernes, 2 de diciembre de 2016

Despidatarios

Entre tantos movimientos New Age e ingeniosas nuevas corrientes filosóficas, resulta que atendí más por ignorancia que por verdadera curiosidad a la plática de la cofradía de los despidatarios, es lógico, que si te llega una invitación especial a un evento fundacional y se te habla en un escrito elegantemente redactado (lo cual hay que agradecer per se) y coincide con una tarde libre y de paso en tu camino, el pensamiento toma ese atajo de ¿Qué puede ser lo peor que pueda suceder?, -no pierdo nada con asistir. Y por el otro lado una inquietante curiosidad sobre de qué trata dicho asunto y ¿cómo es que tiene un nombre así?.... mientras camino del estacionamiento a la dirección que por coordenadas me enviaron al dispositivo de posicionamiento global, la mente va haciendo ese superficial juego de asociar la nueva palabra a las ya conocidas: despilfarro, trepidatorio, lapidario, sedentario……, finalmente me entrego a fluir sin mayores expectativas, estrategia que me ha funcionado antes para no sentirse decepcionado por esperar algo de más valor, ni tener que disimular la cara de sorpresa si aquello es mucho más espectacular de lo que parecía.
En fin, fui recibido por mi nombre como si ya me conocieran o supieran de mí algo que yo no estoy seguro de haber hecho público, mientras repaso mentalmente si he dejado pistas suficientes en redes sociales como para que conozcan no sólo mi rostro, sino algún interés que mostré sin tenerlo ahora presente sobre pirámides de inversión, nuevas tecnologías, oferta de estudios de posgrado, donaciones o filantropía y esto último me hacer sonreir, entro con esa sonrisa al recinto.

Esperaba una etiqueta adherible con mi nombre escrito a mano con un plumón y al mismo tiempo me sale otra sonrisa, eso ya no se hace desde los años 80’s, hoy es más fácil imprimir un gafete en plástico, me lo cuelgo al cuello con ese listón oscuro con tacto de seda y comienzo a buscar un lugar donde sentarme, las butacas son cómodas y parecen salas VIP de cine, el escenario aún oscuro no tiene más que un pódium y una gran pantalla, a mí me siguen gustando las presentaciones multimedia y antes de sentarme, una amable edecán me lleva a un lugar un poco más a la izquierda de lo que yo hubiera elegido. La escasa luz del escenario contrasta con la oscuridad de los asientos y sólo percibo que ya está casi lleno, aunque no puedo identificar edades ni género de las personas en el público, ni a los demás les distrae que yo esté por sentarme, sólo sé que hay más asistentes, entre quienes predominan ropajes oscuros y sobrios. La costumbre me hace preguntar si hay un programa o folleto informativo, pero la edecán levanta y junta las cejas como por interrogación y con una bien ensayada sonrisa evade la respuesta diciendo que ese es el asiento que tengo designado y se retira hacia la puerta como para seguir con su encomienda.

Las luces elevan su brillo y una voz en off anuncia el arribo del orador, Edwin Järvinen, al tiempo que su nombre aparece en la parte superior de la pantalla, por eso noto que se escribe raro, como que no fuera latino.



Imagen tomada de http://www.pedrosolorzano.es/servicio/area-conferencias/

Y aparece un hombre de mediana edad, en buena condición física, con un pulcro traje color gris y una corbata oscura sin mayor ostentación, me llama la atención el brillo artificial de su tez, no como si estuviera maquillado, sino como que utiliza constantemente productos humectantes y rejuvenecedores para cuidar su apariencia, el peinado que se observa cuidado y elaborado solamente me remite a actores de la transición de los años 70 a 80 en el cine mexicano, es decir, pelo semi largo, un poco esponjado, pero sin patillas exageradas o raya en medio bien definida, al fin me reprimo a juicios superficiales y afino el oído para escuchar su voz y mensaje una vez que terminan los escasos aplausos.

-“Bienvenidos ciudadanos del mundo, un gusto saludarles de nuevo a quienes nos reunimos consuetudinariamente y un especial y afectuoso recibimiento a quienes fueron invitados por primera vez”

“Grandeza Previa, Invaluable Herencia”

Y cuando menciona la frase, en la pantalla se muestra debajo de su nombre, ahora no sé si es una frase célebre o lema de esta agrupación. Sin embargo trato de no distraerme porque empieza a soltar una retahíla de ideas acompañadas por rápidas imágenes en la pantalla que hablan de la grandeza de la humanidad, (me considero humanista), el largo andar evolutivo y la construcción de grandes obras de arte, de expansión, de avance científico, de riqueza filosófica, de sobreponerse a los desastres y calamidades, salvarse de amenazas de extinción, de la capacidad de dominar a la naturaleza y modificar el medio ambiente, de ansias de explorar el espacio exterior, razas, formas de pensamiento, costumbres, religiones, manifestaciones artísticas, de hermandad, de pacificación y de renacer como especie superior, el ritmo del orador es frenético y la música que acompaña las imágenes colabora para que se eleve la frecuencia cardíaca de los asistentes, los energiza y emociona, hasta comenzar a aplaudir y levantarse de sus asientos, un expectante silencio y pantalla oscura casi detiene la respiración de todo el público y viene el complemento pesimista del discurso: somos cada vez más, no hemos racionalizado la explotación de los recursos naturales, nos hemos destruido con continuas guerras, contaminamos cada vez, más, la era desechable ha generado en los últimos años más basura por año que la que se produjo en siglos durante la edad media, vamos camino a la indiferencia, individualismo, consumismo y disminución de nuestro poder creativo, cada vez más conformistas, autómatas y faltos de cuestionamiento, aislados y apáticos con el planeta y con los demás, rehaciendo divisiones entre países, dando pasos hacia atrás en nuestra integración y solidaridad, motorizando y digitalizando toda experiencia de convivencia, comunicación y entretenimiento, se empieza a hablar de generaciones perdidas y de los primeros pasos a la involución, entendida como des aceleración de nuestro proceso evolutivo y decaimiento a estadios anteriores de nuestra historia, pues el cerebro debería haber seguido creciendo y siendo más poderoso, pero muestra evidencias científicas de niños que en la última década han nacido con una menor masa encefálica y que cada vez necesitan de más apoyos para los primeros aprendizajes, de una educación cada vez más protectora y consentidora que formativa hacia la autonomía y gusto por aprender. La idea principal, es que los que hemos sido seleccionados para asistir a Despidatarios (así lo mencionan ya sin artículo, como si fuera nombre propio que se escribe con mayúsculas), formamos parte del punto de evolución que no volverá a ser, de la máxima capacidad que la humanidad pudo alcanzar antes de iniciar su involución y su irremediable extinción.

La invitación es develada: si lo aceptas, tienes que colaborar con este exclusivo grupo de trabajo, que al igual que los Despidatarios de otras naciones, se han propuesto recuperar, la riqueza cultural, científica, filosófica, artística y de inteligencia, que nos permitirá encapsular el punto superior al que pudimos llegar y ofrecerlo sólo a quienes tengan la capacidad de valorar y la creatividad para hacerla resurgir, mantener este estado del arte del que se está claro ya no habrá más avance y promover la recuperación de la grandeza de nuestra especie para que dentro de unas décadas o centurias, se pueda retomar y volver a crecer. No dejar todo esto en manos de la generación que vive para los video juegos y que no ha documentado más allá que sus fotografías de rostros y memes reduccionistas de conocimiento superficial.  Despidatarios que estamos comprometidos con la rica herencia de nuestros antecesores y que estamos obligados a mantener esos tesoros intangibles algunos, para las generaciones que un día lo sabrán valorar.

Luego de mencionar a las asociaciones internacionales como los Adeusers y Atelogos de Brasil y Portugal, los Aurevoire´s de Francia, los Arrivederchistas, Revederes y Aufwiederseheners, los Totsiens y los Svidaniyas, los Dovidenjas, Goodbyers y los Sayonaras que se dice fueron los que iniciaron este movimiento.

Se inicia con la mención de los diferentes comités: de Arte, de Educación, de Alimentación, de Razonamiento Matemático y de su adhesión a la central Supremacista…. Y ahí, ante la sospecha de que están a punto de encender las luces del auditorio y ofrecer lugares en los diferentes subgrupos, es que me levanto sigilosamente y pregunto a la edecán por el sanitario, me pregunta si no puedo esperar y con cierto desagrado me señala el camino, que por cierto, está cercano a la salida. Me quito del cuello el gafete de plástico y lo echo en la bolsa del derecha del saco, cruzo hacia la calle y me dirijo al estacionamiento, sin poder quitarme la sensación de escalofriante ansiedad y tratando de ver en los jóvenes de la calle esperanza en su pensar, no logro más que encontrarlos metidos en sus teléfonos móviles, prácticamente sin usarlos para hablar sino tecleando y desplazando las pantallas, caminando sin poner atención a su ruta y cuando más de dos están juntos, los veo mostrarse entre ellos algo que encontraron en sus pantallas, reír eufóricamente durante unos segundos y sumergirse de nuevo en las pantallas luminosas. Pero aun así no consigo comulgar con la idea Despidataria. Me sorprendo al utilizar así el término y apuro mi paso, quiero sacudirme cualquier semilla que deposite en mí una idea similar. Sin embargo, no lo logro y llevo todas estas semanas dándole vueltas, lamentando no haber preguntado con toda claridad porqué llamarse así: Despidatarios, creo que a mí nunca se me hubiera ocurrido nombrar un grupo así.