Se dice en una corriente de pensamiento de la Psicología,
que el hombre es un ser Bio-Psico-Social, es decir, un ser biológico que
comparte el origen salvaje e instintivo de todo el reino animal, un ser con
capacidades intelectuales, tales como verse a sí mismo a través del tiempo,
como fruto de su pasado, consecuente con su tiempo actual y con visión al
futuro, pero también un ser social, gregario, que se organiza en grupos, grupos
que le permiten potenciar su capacidades, y superar sus limitaciones.
En la primera parte, la biológica, tenemos que reconocernos
como un ser perteneciente a la naturaleza como un todo, al que le afectan los
cambios climáticos, que vive constantemente amenazado por fenómenos
meteorológicos, pero que se encuentra en un mundo de abundancia, donde
prácticamente puede cubrir todas sus necesidades básicas y saciar su hambre y
sed, pero debe reconocerse también como un ente con impulsos e instinto, como el de supervivencia y
reproducción.
Si bien, estamos conformados por pulsiones e instintos,
también fuimos dotados de una capacidad intelectual, con la que logramos
transformar el medio, tener registro de nuestra historia, tener conciencia del
aquí y ahora, así como prever el futuro. Somos los únicos ser del reino animal
con posibilidades de mirarnos al espejo y hacernos preguntas, de tener un
diálogo con nosotros mismos y cuestionarnos el fin de nuestra existencia, es un
gran privilegio, sí, pero también una gran responsabilidad, darnos cuenta de
que nuestros actos tienen consecuencias y que sólo pueden ser de dos formas:
positivas y negativas. Ahí está la voz interior emitida por nuestro instinto de
supervivencia, esa que nos aclara si lo que hacemos está bien o no, si ayuda en
nuestro mejoramiento o si apunta a nuestra destrucción.
Por otro lado, somos el ser más desprotegido, dependiente y
vulnerable al nacer, si no somos cuidados por los menos dos años a partir de
nuestro nacimiento, prácticamente no tendríamos oportunidad de la vida. Eso nos
convierte en un ser social, que gracias a permanecer en grupos. Logramos
nuestro ser biológico y que gracias a nuestra capacidad intelectual entendemos
esa relación.
Imagen tomada de http://cn.wahooart.com/Art.nsf/O/8XYN2M/$File/Octavio-Ocampo-The-Evolution-of-Man.JPG
Así viendo hacia nuestro pasado, viviendo nuestro presente,
podemos mirar hacia nuestro futuro, el futuro se visualiza mediante dos
preguntas, cual es mi misión y cuál es mi visión. La primera responde al ¿para
qué estoy aquí? La segunda al ¿qué
quiero ser en el futuro?, la respuesta a la primera pregunta nos habla de quien
somos y para qué estamos, la otra habla de nuestro potencial, ¿cómo me veo?,
¿qué quiero para el futuro? Y esa respuesta debe contener la conciencia del ser
bio-psico-social, el ser vivo, la conciencia del ser pensante, y el compromiso
con el grupo social. De ahí derivará una dimensión más: la espiritual.
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