miércoles, 20 de septiembre de 2017

Primeros Auxilios Psicológicos en caso de sismo

El objetivo de los Primeros Auxilios Psicológicos  es dar apoyo inmediato a la población afectada, para disminuir el impacto del incidente crítico, facilitar la identificación de sus capacidades para hacer frente y encauzar el regreso a la vida normal, contando con esta experiencia para aumentar su seguridad y conocimiento para el futuro.

En niños de 3 a 9 años, lo recomendable es lo siguiente:

Contener, evitar que sigan en llanto o que se salga de control manifestaciones mayores de estrés y ansiedad
Calmar: Permitir que hagan algo que los distraiga, como dibujar, jugar, acercarlo en lo posible a sus juguetes
Informar: cuando su edad ya es mayor a 9 -12 años, se le debe informar lo sucedido con el fin de que no saque conclusiones erróneas, ni asigne culpabilidades.
Normalizar, que no se sientan los únicos que están afectados o que sólo ellos tienen temor, explicar que los adultos también se han afectado aunque no lo demuestren igual.
Consolar, tendrá que aceptar paulatinamente su pérdida, pero debe sentirse seguro y protegido por los adultos que en su vida son significantes como padres, tíos abuelos.

Imagen tomada de http://endimages.s3.amazonaws.com/cache/61/2a/612af45da6c370b2889013dc9744a9d8.jpg

El objetivo de los Primeros Auxilios Psicológicos  es evitar que el Trastorno por Estrés Agudo (que se da por enfrentar un evento crítico, como por ejemplo un sismo, que es de gravedad importante, pero remite en pocas horas) no se convierta en Trastorno por Estrés Postraumático (grave, de respuesta a un evento excepcional, no remite sin ayuda profesional y los síntomas duran más de un mes, requiere ayuda profesional)

En adolescentes se recomienda:

– Entender que ya previamente pueden estar presentando confrontaciones con los adultos, viven a su modo la incertidumbre y estrés, mismo que se suma al que ya traían naturalmente por los cambios que se llevan a cabo a su edad.

–Ayuda mucho dejarlo con sus similares, que se desahoguen y apoyen con los amigos y compañeros de su edad.

–Invitarlos a participar en las tareas de apoyo a los demás, se debe cuidar especialmente que no inicien o se incrementen los consumos de alcohol o drogas (esto igual que con los adultos).

Los adultos deben ser escuchados sobre sus inquietudes y resolver todas las dudas para evitar rumores y que no se genere pánico, darles la explicación de los recursos con que se cuenta, (los albergues, los centros de información, líneas telefónicas, portales informativos, apoyos por las autoridades), explicarles que el susto, el impacto es normal que les dure unos tres días, pero que todo tenderá a normalizarse y que ellos mismos propiciarán el regreso de su vida a la normalidad

Las reacciones normales que pueden presentar los adultos pueden darse en varios campos:

–(cognitivos) aquellos que les hacen dudar de su memoria, de lo que conocen, de la noción del tiempo.
–(físicos), mareos, náuseas, agotamiento, baja energía, temblores, dolor de cabeza, espasmo muscular.
–(conductuales) agresividad, mecerse mucho, gritar, tirarse al suelo, golpearse.
–(emocionales) reacciones de angustia, crisis de ansiedad, miedo, pánico, embotamiento.

Debe tenerse presente que si estos síntomas duran más de cuatro semanas deben consultarse con especialistas para poder superar el incidente crítico.

Los adultos a partir de sus propias capacidades, se deberán integrar a las labores de ayuda y superar el incidente, ya sea apoyando en la distribución de agua potable, víveres, ropa, organizando los espacios para pernoctar, invitándolos a cuidarse, no dejar pasar las horas de comida y tratar de dormir las horas que su cuerpo pida, en caso de que el nerviosismo no los deje dormir, invitarlos a descansar y mantener su higiene personal, todo abona para la salud.

Finalmente debe evitarse que el incidente deje secuelas, habiendo aceptado que todos presentan síntomas o molestias por el incidente vivido, que se sientan seguros y protegidos por los primeros tres días y tiempo después por los apoyos menos cercanos, como folletos, teléfonos de ayuda, líneas de ayuda psicológica, grupo coordinador de apoyos en el albergue y buscar ayuda si pasadas las cuatro semanas, siguen hablando todo el tiempo del incidente, se les repiten en el pensamiento las escenas del sismo, tienen dificultad para conciliar el sueño.
Proponerles que ellos son parte importante de la reconstrucción no solo de sus casas y comunidad, sino de regresar a la vida normal y alcanzar una superación al poder capitalizar la tragedia para estar prevenidos, capacitados para eventos similares, aprender estrategias mínimas de rescate y valorar la maduración y aprendizajes obtenidos para entender que los eventos críticos como desastres naturales suceden, pero la vida continúa.

Con base en el curso Primeros Auxilios Psicológicos de la Universidad Autónoma de Barcelona.

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