jueves, 26 de diciembre de 2013

Un Amanecer

En la infancia, cuando todo es una aventura, los días son más largos, nada está planeado y no nos sorprende que la vida te muestre a cada rato experiencias inesperadas, mi Papá nos invitaba a ver un amanecer, él siempre ha tenido una costumbre, casi manía de levantarse antes de las 5:00 de la mañana, eso no lo heredé. Pero aquellos sábados y domingos, sin horario de escuela ni trabajo, llevarnos a un amanecer, era esa caminata a oscuras por la Ciudad Universitaria de la UNAM, que nos quedaba a pocas calles de la casa, especialmente por sus agrestes reservas ecológicas, donde una varita de árbol nos daba el poder de alejar a las telarañas y todos los insectos extraños que rondaban. Un amanecer significaba alejarnos lo más posible de lo urbano para esperar la salida del sol desde un punto cercano al jardín botánico, habiendo pasado por debajo la avenida insurgentes y de lado el estadio de los Pumas. La experiencia tenía que ver con mirar la salida del sol que generalmente era desde un punto entre los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, algunas veces alrededor de las 6:50 de la mañana y otras cerca de las 7:10, yo llevaba reloj y me gustaba registrar números (hablando de manías). El recorrido incluía reconocer entre las plantas salvajes aquellas que eran comestibles, aquellas que tenían un nombre que a los hermanitos nos parecía chistoso: campanolas, tomatoides, biznaga, sábila, cola de zorro, etcétera. El recorrido incluía el reto del adulto contra los pasitos de los niños, su pronto cansancio y distracciones. Un amanecer aveces nos parecía tan simple, que no le dábamos importancia que algunos primos de la edad se auto invitaban, incluso años después, los sobrinos mayores lamentan que ya no les haya tocado ir con su Abuelito.  Muchas veces juntábamos varillas para hacer papalotes y  regresábamos por la tarde para tratar de elevarlos. Mi Papá disfrutaba la caminata, decía que le recordaba su origen rural, aunque mis tías cuentan que dejaron el campo cuando mi Papá tenía escasos tres años de edad. El amanecer terminaba y parecía que nuestro día había sido extendido, regresábamos a desayunar en familia y nos esperaba todo un sábado o domingo que había iniciado con un addendum. En los años recientes he tratado de llevar a mi Papá a revivir un amanecer, pero en primer lugar levantarse alrededor de las 5:00 no está en mi repertorio de hábitos, en segundo lugar la Ciudad Universitaria tiene nuevas construcciones sobre muchas áreas que eran reserva y las que quedan como tales, tienen ahora una valla perimetral, en tercer lugar empujar su silla de ruedas hace más complejo el recorrido, en cuarto lugar, con las secuelas de su padecimiento es arriesgado exponerlo a los cambios de temperatura, en sexto lugar la pérdida de visión no le permitiría apreciar el punto de salida del sol; en séptimo lugar, lo malhumora sentirse dependiente, no vale la pena seguir enumerando los peros. Este texto no apunta a otro lado que no sea apreciar el aquí y ahora, darle un lugar especial a las experiencias vividas por cotidianas o repetitivas que parecieran, porque muchas veces lo que nos queda es sólo eso: el recuerdo, no porque se trate de experiencias sencillas son susceptibles de repetirse a voluntad. Nunca sabemos cuándo nuestras circunstancias cambiarán, ni si las condiciones volverán a ser propicias. No necesitamos una experiencia cumbre, para valorar los momentos vividos,  porque un día serán nuestros más preciados recuerdos y nos resta sólo enmarcarlos para volver a ellos al menos en pensamiento.  




miércoles, 30 de octubre de 2013

Ideas Utópicas para mejorar la experiencia en el Servicio de Salud Pública.



Luego de pasar algunas noches y partes del día en espera de que un familiar mejore de salud y sea dado de alta y luego de escuchar, intuir y sentir historias de una sala de espera, considero que un tema tan delicado ya debería incluir innovaciones de otras áreas de servicios y productos que mejoren la prestación del servicio médico, con todo respeto y sin invadir la profesión de los Médicos, aquí algunas propuestas:

Urgencias:
Bajo los criterios de que una urgencia pone en riesgo la vida de las personas o alguno de sus órganos vitales, el área de urgencias debe tener un servicio  para que sean atendidas en, digamos, máximo 15 minutos y ante la llegada de un número mayor de pacientes activar una alarma de contactar médicos previamente registrados que puedan acudir a atender la incidencia en esa hora pico y los cuales obtendrían un bono por cada urgencia atendida o canalizada, dicho bono debería ser suficientemente competitivo cual pago de una consulta privada, después de todo ¿qué precio podría compensar una urgencia no atendida?, es decir, un órgano dañado o una vida en riesgo. Si esta práctica parece difícil de implementar, habrá que preguntar a los banquetes por ejemplo, que ante un evento de mayor asistencia, se arman de meseros y baristas para atender la demanda, aunque saben que por no estar previamente avisados sus honorarios serán mas altos.


El área de urgencias (al menos en salud publica) tiene otras carencias o áreas de oportunidad y esos son los auxiliares de diagnostico, que no solo son los rayos "X", una tarea muy sensible es la información a los familiares del paciente, quienes quisieran escuchar y cuestionar directamente al médico especialista, al no poder hacerlo, la ansiedad y el estrés se suman y a veces sobrepasan a los que provocó el propio evento. Una idea sencilla, de amplio alcance y hasta económica pero que respete la información privada seria la tecnología del verificador de precios del supermercado: los familiares del paciente recibirían un código de barras y podrían pasarlo tantas veces como desean en el lector, cuya pantalla presentaría la información más reciente sobre el paciente, un formulario abreviado que diga la misma información que daría una recepcionista infatigable, hora de ingreso, pre-diagnóstico, tratamiento, posible canalización a otras áreas de hospitalización y hora de actualización de la información. La pérdida de calidez compensaría la ansiedad que la incertidumbre genera.

Ombudsman móvil:
Y no se trata de que la CONAMED (Comisión Nacional de Arbitraje Médico)  ponga un módulo para iniciar procedimiento de quejas, sino de un módulo de orientación, al menos unas cuatro horas del día  donde los pacientes y familiares puedan ser orientados sobre sus derechos y la normatividad que también les da responsabilidades. Antes de que un paciente o familiar estalle en ira porque considera que el trato no es el adecuado o que los médicos y personal de enfermería no están cumpliendo con lo que ellos consideran su derecho. Sino que exista un mediador, que aporte información y evite distraer de su importante labor a los médicos en discusiones con fundamento o no,  dado el caso, conducirlos hacia las áreas de quejas. No implicaría un costo adicional, existen miles de preparatorianos y estudiantes o pasantes de diferente carreras, cuya experiencia formativa también les ayudaría a cumplir el requisito de servicio social, para graduarse. Algunas prácticas similares hoy se dan por ejemplo en centros comerciales y mercados donde la PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor)  tiene módulos de atención y orientación. En los llamados tianguis de autos, se cuenta con módulo de información judicial sobre los posibles antecedentes de un vehículo usado. Ministerios Públicos y Módulos de Derechos humanos en estaciones del sistema de transporte colectivo. 

Medicina interna:
En este nivel los procedimientos se encuentran mas evolucionados y el manejo de los pacientes no está a expensas de las oleadas caóticas de gente que ocurren en urgencias.

La sugerencia tiene que ver con los tiempos perdidos que llegan tener los familiares de los pacientes y ellos mismos, se trata de una experiencia educativa desaprovechada, imaginemos a mitad del pasillo un kiosco con pantalla táctil donde el familiar tiene que revisar durante unos 10 minutos los "si" y los "no" qué artículos introducir, qué no introducir, en qué se puede ayudar y cómo al paciente, en qué casos llamar a la estación de enfermeras y en qué casos no, conocer los horarios de alimentos y de visitas según aplique.
Pero ese mismo kiosco de pantalla táctil (conste que es una tecnología que ya lleva décadas entre nosotros, no es una nueva que implique costos de introducción y evaluación al usuario) debería funcionar como base de datos de principales padecimientos, su tratamiento y especial énfasis en su prevención. Esta experiencia educativa haría más fácil la comunicación con el médico, pero también pondría su grano de arena en la medicina preventiva, pues los familiares de alguna manera pueden compartir predisposición genética para los padecimientos de su paciente. Es una inversión a futuro.
¿Es cara o inviable la tecnología del kiosco? Y si se ponen materiales impresos al alcance de los familiares y pacientes? La respuesta seguramente tendrá que ver con que serian vistos como souvenir y sería imposible mantener la existencia de los mismos. Pero se ha visto en museos como se pone a manera de revistero unos tabloides rígidos, de cierto grosor y tamaño superior a una hoja tamaño carta, que se consultan y se vuelven a dejar en su lugar, si de todos modos son sustraídos, un cable de acero o una delgada cadena puede asegurar su permanencia.

Estancias cortas para familiares.
Nos hemos acostumbrado a que el paisaje en las salas de espera es un desorden de personas con cobija y almohada improvisadas donde se ven obligados a dormitar y hasta pernoctar en espera de noticias de su familiar, lo lamentable es encontrarse menores de edad que igual que todos se exponen a infecciones nosocomiales. Está visto que estos riesgos no se abaten reforzando la vigilancia para el acceso. Una opción es ofrecer un espacio, con un costo de recuperación obviamente para descansar, dormir la siesta y hasta con un comedor económico que compita con los puestos de comida callejeros. Una práctica parecida, actualmente se observa en centros comerciales donde existen sillones de masajes en los que  el usuario se sienta unos minutos, deposita una moneda y recibe un masaje motorizado, pero relajante. Imaginemos una área del hospital donde se deposita una moneda y se despega de la pared un reposet, que al cabo de cierto tiempo, avisa y se retrae para un siguiente usuario u otro pago de turno. Si nuestros hospitales han cedido espacios para cadenas comerciales expendedoras de café y de bebidas gaseosas, porque no disponer también de espacios para descanso (pagado y con ciertas reglas) así como otros  para expender alimentos sanos a costo inferior que los de los vendedores ambulantes que no garantizan higiene y además invaden espacios exteriores de una edificación de alta seguridad como son las unidades médicas. Parece costoso, pero seguramente cuando ya no se permitan las máquinas expendedoras de refrescos gasificados, los particulares invertirán en esos nuevos nichos. El resultado inmediato serán personas sin riesgos de contagio y a mediano plazo, población más sana.

Este texto fue escrito desde una sala de espera mediante un Smartphone.

viernes, 26 de julio de 2013

Minions, Pensamiento Asertivo II


Pensamiento Asertivo II

 La palabra minion en México (no necesariamente en castellano) no tiene un equivalente, las equivalencias más cercanas son secuaz, esbirro y paniaguado, esta tercera porque lo dice la Real Academia Española de la Lengua, yo no creo que sea una palabra de alta frecuencia.

Secuaz es un adjetivo que se usa más como sustantivo en sentido peyorativo para referirse a quien sigue el partido, doctrina u opinión de otro.

Esbirro es aquel oficial de justicia con rango inferior o seguidor a sueldo movido por interés.

Paniaguado es aquel servidor de una casa, que recibe del dueño de ella habitación, alimento y salario. En todo caso hay aproximaciones como la palabra derivada del náhuatl Contlapache (encubridor) o compinche (amigo, camarada), pero no, ninguna, logra la equivalencia del estereotipo cinematográfico minion.

Luego de revisar esos interesantísimos, útiles y simpáticos personajes que aparecen en las dos películas de “Mi villano favorito” (forzada traducción de “Despicable me”, me explico un poco porqué no hay una traducción y los seguimos llamando minions. No hay una palabra que los describa.

Advertencia las siguientes líneas pueden herir susceptibilidades y no ser bien recibidas por personas sensibles o nacionalistas orgánicos. Si usted no soporta la autocrítica o considera un dogma el nacionalismo a ultranza, oprima inmediatamente  <ctrl-w>.


 - -bye - -



Si usted no oprimió la combinación de teclas o lo hizo  por curiosidad y ya regresó a mi blog, entonces conocerá mi exposición de motivos.

En primer lugar tengo que decir que este texto fue motivado por un post en Facebook que dice algo así como “Hay que ser como minions, … en donde los pongan se adaptan  y además SON FELICES!”,  en pocas horas ya llevaba cientos de likes, había sido compartido decenas de veces y se llenaba de comentarios a favor de la felicidad, la ternura y dejarse fluir. (facebook.com/CharoFernandezOficial), en Twitter ya se había retuiteado varias veces también.


En segundo lugar sé que hablar de las características de personajes que en su totalidad son creados por un equipo de animadores cinematográficos, que no hay margen ni para las diferencias  individuales  del actor que los interpreta o hace el doblaje, es tan artificial como hablar del aroma de las flores de plástico o papel.

Por lo que se ve en las dos películas, los minions, son un equipo de trabajo creados ex profeso para ayudar al villano a concretar sus malvados planes, entre sus características se encuentra que laboran en equipo, pero nunca se lo toman en serio, pareciera que están jugando porque disfrutan lo que hacen, son leales y fieles en extremo a su jefe (no necesariamente su creador), ponen todo su potencial y habilidades a disposición de una causa común, todo lo realizan con una sonrisa y tienen la risa fácil para cuando algo les parece divertido. Hablan un idioma común y son capaces de recibir instrucciones y llevarlas a cabo al pié de la letra pero sin temor de innovar métodos o inaugurar atajos. Manejan instrumentos, vehículos, si alguna vez caen se levantan o su naturaleza los hace rebotar y siguen sonriendo. Se comunican efectivamente entre ellos  y se distribuyen el trabajo de igual a igual; se llevan pesado y se aguantan.



Son innovadores y no reparan en creatividad, lo mismo pueden crear un unicornio de juguete a partir cepillo para baño y cono de helado, que disfrazarse para ir al supermercado y pasar desapercibidos.  No temen manejar maquinaria nueva ni divertirse al corregir sus desatinos.



En los contratiempos se muestran solidarios y por ejemplo, sacrifican sus pertenencias por evitar la bancarrota de su jefe.

Finalmente son desinhibidos y emocionales porque expresan sentimientos y reclaman hasta un beso de buenas noches. Paradójicamente no se sienten inferiores, ni serviles y mantienen su individualidad ante tanta uniformidad.



¿Porqué no hay un equivalente a minion en nuestra cultura?

El trabajo en equipo no es lo nuestro, no podemos colaborar de igual a igua­­l, el trabajo no lo consideramos divertido, ni enriquecedor, no es un motivo para sonreir, no nos gusta estar uniformado, perderse en una multitud nos parece una afrenta a la individualidad,  aunque ese afán de saberse diferente implique tomar desviaciones o ir contra la corriente per se.

El reto que muchos de nosotros tomamos en el trabajo es del menor esfuerzo, como si la competencia consistiera en rendir lo menos posible y cuidar que los demás tampoco lo hagan. Un estándar bajo, libera de exigencias, esconder las habilidades y creatividad para otro momento, pues seguro se les puede sacar un provecho individual. En un ambiente de trabajo es extraño ver personas sonriendo, pues si alguien se mantiene completamente serio es porque está concentrado, si alguien de plano pone cara de molesto es porque ya ha dado más de lo que se esperaba y no recibe el debido reconocimiento. Si por el contrario, alguien sonríe y está contento es sospechoso por anormal.

Somos seguidores de instrucciones, pero inamovibles, si acaso el entrenamiento nos llevó a apegarnos al instructivo, ese es pretexto para detener el trabajo cuando una de las piezas no está cumpliendo su objetivo, tendrá que resolverlo quien tiene esas instrucciones diferenciadas.  También somos creativos, pero para obtener algún provecho, (esto es una desviación y se llama corrupción) pues si luego de seguir el manual o instructivo encontramos una manera de hacerlo fácil, guardamos el secreto y lo utilizamos como el plus que nos beneficia, y que sería pecado compartir.

En el trabajo no nos podemos “llevar” es decir, jugar bromas, pues hemos aprendido que esas deben ir en un solo sentido, si nos la regresan es por ardidos, no por sentido del humor, se menosprecia aquel que no soporta que le hagan una broma, o que no la aguante, pero de ninguna manera permitimos que nos apliquen alguna. Por eso se habla de acoso laboral, porque el sentido del humor lo ejerce quien ostenta superioridad jerárquica y tiene el poder de sancionar si la broma fuera en su sentido también.

En los contratiempos del jefe o empleador, no se da propiamente una solidaridad, se evalúan la repartición de bienes y el nuevo destino de nuestra “lealtad a toda prueba”.

Trabajar y colaborar de igual a igual no es lo nuestro, por eso hay un infinito organigrama y puestos de trabajo diferenciados por nombres y niveles donde uno se siente diferente al otro aunque sea por una letra en su clave, el técnico “A” el Técnico “B”, el profesionista “titular” y el profesionista “principal” o el profesionista “en jefe” o el profesionista “homologado”, de los cuales no hay una clara diferencia, pero ellos se tienen que llamar diferente. Tampoco existen ya los nombres reales para los empleos:  ”obreros”, “jornaleros”, “auxiliares”, sino que todos deben llamarse gerente o subgerente, vicepresidente o “jefe de” o “especialista en”. Un viejo chiste dice que un marido llega con su mujer a presumirle que le han dado el cargo de vicepresidente y ella le dice –¡gran cosa!, hasta en el supermercado hay un vicepresidente encargado de las bolsas. El marido para demostrarle que no, pone el altavoz en el teléfono, marca al supermercado y pide que lo comuniquen con el vicepresidente de bolsas… la recepcionista le pegunta: - ¿con el de bolsas de papel o con el de bolsas de plástico?.

Los minions son seguidores y eso es de lo que más carecemos en la actualidad, dice Warren Bennis, que el día de hoy todos queremos ser y desarrollar líderes, pero que faltan seguidores, nadie quiere asumirse como seguidor de nadie sino ser líder. Los minions tienen clara esa estructura de autoridad y no les crea conflicto mantenerse en esa línea.

En fin los minions en el cine nos han robado el corazón, mucho tiene que ver que admiramos lo que no tenemos, como la capacidad de mostrar emociones, requerir un abrazo, pero también la asertividad para callar al impertinente sin dañarlo y sin culpa, los minions callan o quitan de su camino al compañero inoportuno, con seguridad y certeza, sin quedarse tiempo a lamentar ni a elaborar planes de venganza, del mismo modo al que callaron o quitaron del camino, aprende de su error y no se convierte en mártir ni se deprime o aisla, se enlista para saberse útil de nuevo.

Así que si algo hay que aprender de los minios, que sea eso, disfrutar, dejar fluir, hablar poco, si el lenguaje es limitado, aprovechar la comunicación no verbal, integrarse como equipo, entender el valor de colaborar para un bien superior, vivir en aquí y ahora desde nuestras circunstancias y condiciones, encontrar motivos para reír en la vida cotidiana y nunca, nunca dejar de emocionarnos y sorprendernos.


jueves, 2 de mayo de 2013

Pensamiento Asertivo I


Pensamiento Asertivo I


Este tema forma parte de un curso y entrenamiento que no he tenido oportunidad de impartir, pero que emerge constantemente cuando tengo que trabajar en equipo o más aún resolver conflictos de equipos de trabajo, ¡cuánto podríamos avanzar sin el lastre que la falta de asertividad provoca!.
Sin irme a una definición académica de la asertividad, en general, en este concepto convergen en primer lugar la palabra que le da origen: certeza, del latín assertus: afirmación de la certeza de una cosa. Comunicarse con asertividad tiene que ver con conocer y respetar los derechos propios, defenderlos siempre en un contexto de respeto a los derechos de los demás. Así de simple para entender, aunque no de aplicar. La asertividad se relaciona también con la expresión de los sentimientos, los deseos y el comportamiento adecuado en determinadas situaciones sociales.
Se  considera la asertividad como un rasgo de personalidad, lo que implica que unos nacen con ella y los que no, pueden alcanzarla con entrenamiento. Sus principales beneficios son la disminución de conductas de decaimiento u hostilidad, no dejar que la dignidad propia sea pisoteada y reducir la ansiedad.
¿Cómo le digo que no?
Esta frase que he escuchado tanto en personas mayores cuyo rasgo de  amabilidad es superior inclusive al de supervivencia. Considerar que se está incapacitado para decir “no”, es un grave error, que como todos los errores trae consecuencias. La principal es esa incomodidad, esa insatisfacción consigo mismo de tener que hacer algo, ceder en un razonamiento con el que no se está de acuerdo, es la ansiedad que genera sentirse incapaz de expresar opiniones propias y devaluar la propia persona a situaciones o hechos indeseables.
No basta con decir “no”, parece que estamos comprometidos a dar explicaciones tan largas y de implicaciones tan graves que hasta mentir se convierte en una falta menor.
- Por educación le tuve que decir que si-“
Entre muchos de los paradigmas retorcidos con que hemos vivido está la creencia de que uno debe ser amable y cordial hasta con quien no lo merece, aunque eso comprometa nuestra estabilidad, tranquilidad, horarios, saltarse comidas, no dormir, perder recursos y lo peor, sentirse usado, pisoteada la dignidad. Además de estar entre la espada y la pared porque en caso de negarse, habrá un sentimiento de culpa.
“-No seas malo, hazme el favor que te pido – “
Y con tal de no ser malo (con los demás) uno puede ser malo consigo mismo, pues hacer un favor contra la condición de volverse el malo del cuento, el malvado de la historia o el villano de la aldea, no reduce la ansiedad, ni el resentimiento en el caso de saberse manipulado por otras personas. En este mismo blog el año pasado ya escribí sobre las técnicas de influencia social y el chantaje es una de ellas, ( http://jesusorduna.blogspot.com/2012/02/y-tu-por-que-votas.html  )
“Que dice mi Mamá que siempre no”
Es una forma de lograr un "no", pero quizás la más aberrante, no digo que sí pudiendo ayudar, pero digo que no exhibiendo que no tengo la capacidad de decidir. Alguien que tiene control sobre mí, decide lo que hago y lo que dejo de hacer, es más sano, un “no quiero”. Manifestar que es una cuestión de voluntad hacer o no algo, es un valor agregado al respeto de uno mismo. Lo hago porque quiero hacerlo, no porque alguien me lo imponga, me reprenda o por culpa. En capacitación se tiene muy claro el ”no puedo”: “Si no sabe, le enseñas, si no puede, lo cambias de tareas, pero si no quiere, no hay nada que hacer”.
“Lo  hice con tal de que se callara, le presté dinero para quitármelo de encima, le dije que si para que dejara de molestarme, accedí con el fin de que se quitara de mi vista”
Con esas razones, lo que en realidad se hizo fue triangular, es decir, ceder a algo con tal de quitarse un lastre o una molestia, es una forma de justificar la incapacidad de decir NO. Porque con la asertividad llevada a la práctica, en el primer caso hubieras logrado que se callara, quitártelo de encima y detener sus hostilidades enfrentándolas per se y no accediendo a algo que al final de cuentas no querías hacer.
“No vayan a creer otra cosa”
Esta sentencia se relaciona mucho más con la debilidad personal, con complejos y con una sobre valorada opinión de los demás. “Con tal de que no crean que soy egoísta” le tuve que dar explicaciones y ceder en algo que yo no quería. Esta conducta puede disminuirse con autoconocimiento, es decir, si alguien me critica de vanidoso, acepto que algo hay de eso, si me critica por impuntual o por desconsiderado, tener claro que alguna de esas características me pertenecen y estoy trabajando o al menos adaptándome a ellas. Conocerse y aceptarse es una conducta más sana que aparentar o tratar de modificar la imagen que los demás tienen de mí.
“Con tal de no saludar a esa persona, di dos vueltas a la cuadra”, “para que no me digan tacaño, cooperé, pero me quedé sin comer lo que quería ese día”. “Para que no me preguntaran por mi impuntualidad, entré por la ventana”. “No quería verme diferente a los demás y salí a comprarme ropa apropiada para esa ocasión”…. Podría dar más ejemplos, pero el común denominador que quiero resaltar es la economía: la falta de asertividad puede ser costosa, en tiempo, dinero, riesgos o  hasta perderse de experiencias. La respuesta asertiva de ninguna forma es una oposición a las normas ni una falta de compromiso o desaire por las reglas establecidas. Recuérdese aquí no sólo el comportamiento adecuado en situaciones sociales, sino actuar con respeto a los derechos propios en el contexto de respeto a los demás. Un contra ejemplo dramático lo recuerdo de una amiga platicando que a su fiesta de XV años no pudo invitar a sus amigos que su papá armó una gran fiesta y ella se la pasó llorando porque nadie de los invitados era cercano. Y poco después se pasó llorando en su boda porque su papá la “casó” con quién él decidió y entonces se la pasó llorando en la boda, platicado esto dos décadas después cuenta cómo tuvo que divorciarse a los pocos años y haberse perdido las experiencias propias de esa edad. Ahí están los costos.
Ser excesivamente asertivo.
Eso no existe, uno no puede caer en excesos si se tiene presente el respeto a los derechos propios y ajenos, existe un sano punto de equilibrio.  Aquella persona que hace críticas ácidas y no solicitadas no es asertivo, aquel que se precia de decirles a todos sus verdades, aquel que presume de observador y  a todos les encuentra la paja en ojo, o es experto en poner el dedo en la  herida, no están siendo asertivos, algún derecho está pasando por alto, algo no está respetando o en alguna conducta se está excediendo, no  en la asertiva, insisto por definición no puede ser excesiva.
Entrenamiento para ser asertivo:
Como rasgo de la personalidad, con mucha envidia podremos ver que hay gente asertiva, que luego de expresar su punto de vista, de negarse o de comprometerse a algo, no se quedan con culpa ni con aversión de los demás, aquel que entre el público del teatro es capaz de solicitarle al otro que no hable sin ofenderlo y sin opción de réplica, está siendo asertivo. Aquel que se sobrepone al chantaje y tiene la seguridad de negarle un favor descomunal a otra persona que con llanto en los ojos lo pide como última opción. Está siendo asertivo.
Pero no todos somos así, algunos nos queda una extraña sensación de sentir que el otro comete abuso, pero ni modo ya le dijimos que si. Que no queríamos hacer algo pero no había opción, como si no pudiéramos elegir. Que ya quiero terminar una conversación que no lleva a nada, pero el otro se puede ofender.  De no haber nacido con esa característica entonces se puede desarrollar.
Primeramente uno debe ser suficientemente reflexivo, sabiendo que ser asertivo tiene que ver con el respeto a uno mismo y a los demás, detenerse unos segundos a preguntarse qué pasa si accedo, qué pasa si me niego y cómo me sentiría después de cada una de las opciones. Imaginar el estado emocional posterior es un buen calibrador para manejar la situación.
En segundo lugar medir las consecuencias, qué pérdida hay en caso de no acceder y qué ganancia, el análisis costo-beneficio no sólo es monetario, tiene que ver con el tiempo invertido y las emociones que se comprometen, así que negarle un favor a un amigo, si este fuera el peor de los casos, ni me dejará con emoción negativa (un amigo siempre lo entenderá) pero invertir más tiempo del que uno estaría dispuesto a ofrecer puede traer consecuencias mayores. La premisa básica es te respeto, pero primero me respeto yo, en cuestiones de pareja sería: te quiero, pero más me quiero yo, pues de no quererme a mi mismo, no valorarías el amor que podría ser capaz de dar.
Tercero: todo se logra con entrenamiento, aquellas  personas que se creen incapaces de decir que no, o de negarse o de emitir una opinión propia aunque difiera de la del líder, les puedo asegurar que la capacidad sí la tienen, sólo tienen que agregar respuestas a su repertorio. Frente al espejo uno puede pronunciar las palabras “no”, “no estoy de acuerdo”, “tengo derecho a pensar diferente”, “me cansa que me llames tanto”, “hoy quiero salir a comer solo”,  “tengo una idea, hagamos una fiesta”,  “siempre me has gustado”, “eres importante para mí”, “te extrañé”. Etcétera.
Repetir las frases frente al espejo, es una forma de integrarlas al repertorio, de manera similar a hacer una acrobacia física, seguramente la primera vez, me caeré, pero la segunda, cuidaré ese detalle que me hizo caer”,  “la tercera vez me pasé y di dos vueltas más de las planeadas”, la cuarta vez me hubieran calificado con ocho, pero con el paso del tiempo y seguir practicando puedo logar el 10 olímpico. De esta misma forma, uno puede practicar el “no quiero”, y ser consistente en la respuesta ante la lluvia de intentos: “no te quita nada”, “no te tomará mucho tiempo”, “tu puedes hacerlo”, “si quieres no me des 100, sólo 50” (ojo con la técnica de la bola baja), ante todas las respuestas uno puede practicar “no, no me quita nada” no me cuesta tanto, quizás no me tome mucho tiempo, seguro que puedo hacerlo, etc. Pero con toda certeza te digo que no quiero, no me sentiría bien de hacerlo.
¿Y para qué sirve ser asertivo?
Entre otras cosas para evitar los abusos, no necesariamente en el adulto, pero los niños deben aprender a decir “no quiero que toques mi cuerpo”, “no me dejes sin mis juguetes”, “no quiero prestártelos”,  “respeta mi tiempo”, “no me golpees, respétame”, “no quiero probar esa sustancia”.  Los adultos por su parte: “no puedo dedicarte más de mi tiempo”, “me gustaría ir pero no ahora”, “te puedo prestar dinero, pero no estoy seguro” (recuerdo una conversación en la fila del banco donde un compañero le pide a otro que le preste dinero y entre sus razones están que se gastó la mensualidad que tenía que entregar, que recibió un ultimátum por no pagar tres meses su tarjeta de crédito, que le urge pagar el préstamo que le hizo otro amigo, que tiene muchas deudas y ya no puede con ellas…. Su interlocutor simplemente dijo: con esos antecedentes no puedo arriesgarme a prestarte.)
Tranquilidad: nada hay más gratificante que haber dado la respuesta correcta, en el momento correcto a la persona correcta.




domingo, 28 de abril de 2013

Tienes que ser un niño......

“Tienes que ser un niño para entrar al cielo”
Esto lo escribí hace cinco años:
30 de abril de 2008




“Tienes que ser un niño para entrar al cielo”, máxima que me recordó mi hermana Carmen cuando por fin me di la oportunidad de soltar el llanto, era el 30 de abril de 2007, Mi Mamá había partido hacia el cielo minutos antes. Oportunidad de llorarle hasta las altas horas de la noche porque me tocó hacer trámites, trámites y trámites……… luego de una larga noche de oraciones y de un primero de mayo dedicado a cristiana sepultura en un panteón espacioso, verde, en lo alto, como a un brinquito del cielo; recuerdo el regreso del cortejo de un autobús con mi Papá y su viudez en el asiento de hasta adelante, así como los cerca de sesenta u ochenta vehículos repletos de dolientes……. Es todo, es todo lo que quiero recordar sobre su muerte, lo mejor es recordar su vida. El duelo, la pérdida, el luto, se cierra este mismo 30 de abril de 2008, ya no quiero recordar ni la estancia en el hospital ni la noche de la mala noticia, ni los nueve días de llanto, oración, café y pan de dulce. Tampoco el largo año sin su total presencia, con el movimiento casi automático de marcar su teléfono para hacerle una llamada, un año de guardarse cada palabra y cada consulta, broma, chiste, preocupación, noticia, chisme, apapacho. Auto convencerme de que está en un mejor lugar, pero saber que por sobre poblado que esté el país y el mundo, su lugar está vacío y nada ni nadie lo ocupará. Pero finalmente ese lugar no puede estar vacío, ella ya no está, (dice el poeta chiapaneco que Dios inventó la muerte para que la vida -- no tu ni yo -- la vida, sea para siempre) físicamente no está y por esto estos renglones no se los dirijo en primera persona, en primer lugar ya no los puede leer (por pragmático que yo parezca) y en segundo, no tengo otra cosa que decir que “Gracias”, porque no dudé en decírselo en vida, ni quedé a deber los “te quiero” tampoco me quedó algún “perdón” que por su dificultad para pronunciarlo se haya añejado. Cito de nuevo al buen Jaime Sabines, el poeta chiapaneco (“Yo no quiero elogiarte como acostumbran los arrepentidos porque te quise a tu hora, en el lugar preciso….” y es menester aclarar que ningún otro verso sobre la Tía Chofi aplica aquí).
La misa con San Alberto Magno de testigo, el domingo pasado fue el escenario para dejarla ir en paz, tantas veces dijo ella misma “de los difuntos no hay que hablar tanto, hay que dejarlos descansar” y siendo esto parte del legado, la dejo descansar. Esta es la última vez que hablo o escribo sobre su muerte…. en adelante cuando sea mencionada mi Madre Carmen Estrada será para recordar su vida, que por cierto fue provechosa, abnegada, intensa, casi tormentosa, lúdica y divertida, el gusto por la comida, el gusto por la diversión infantil, la compensación por una niñez que intentaron sabotear, pero que se sobrepuso, que gozó aún en la vida adulta y en eso que llaman la tercera edad, mantuvo la frescura, el sentido del humor, compensada por una casa llena de niños, los hijos, los nietos, los bisnietos….. infancia sempiterna pues. Y el perdurable recuerdo de la sonrisa inocente al disfrutar una rebanada de cremoso pastel o un dulcísimo helado, y el sabor, el sabor de la capirotada, los flanes, las galletas, la gelatina mosaico que siempre se ofrecía a llevar a los cumpleaños, así se aseguraba que habría algo que ella disfrutaría en la fiesta: sus propios postres. Hoy con la imagen de serpentinas, confetis, piñatas, dulces, música y la alegría de las risas de los niños, yo cierro ese ciclo, de un día del niño a otro día del niño, adiós luto y bienvenidos recuerdos felices, nunca más una lágrima por su muerte, siempre una sonrisa por su lúcida existencia. No más reproches por su partida, mil gracias por la coincidencia de almas que se eligieron para convivir un rato. Y no dejo de citar la canción (de Alberto Escobar) que sin quererlo empezó a sonar de mi palm a su oído una de las últimas noches en el hospital y a la que a cada verso asintió con algunas de sus últimas sonrisas:



Coincidir / 
Soy vecino de este mundo por un rato / 
y hoy coincide que también tú estás aquí / 
coincidencias tan extrañas de la vida / 
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio... / 
y coincidir / 
 / 
Si navego con la mente el universo / 
o si quiero a mis ancestros retornar / 
agobiado me detengo y no imagino / 
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio... / 
y coincidir / 
 / 
Si en la noche me entretengo en las estrellas / 
y capturo la que empieza a florecer / 
la sostengo entre las manos...mas me alarma / 
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio... / 
y coincidir / 
 / 
Si la vida se sostiene por instantes / 
y un instante es el momento de existir / 
si tu vida es otro instante... no comprendo / 
tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio... / 
y coincidir / 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Amistad, Amor y Desamor


El ciclo de acercamiento - alejamiento

Para entender las relaciones humanas es básico delimitar la etapa de desarrollo o disolución en que se encuentra.  La relación se concibe como una serie de pasos interrelacionados, que se dan a través del tiempo, que determinan y definen el nivel de acercamiento e intimidad. Esta percepción individual sobre el nivel de cercanía-lejanía es subjetivo y no siempre concuerda entre sus miembros, lo que es innegable es que el paso del tiempo afecta directamente esos procesos.
Dependiendo del grado de acercamiento-alejamiento, cada miembro evalúa diferente  tanto cognoscitiva como afectivamente las conductas del otro, pasando por una interpretación positiva cuando se siente ilusionada por las perspectivas de la relación, hasta considerarlas completamente aversivas en una etapa de disolución. Muchas veces hemos escuchado “aquello que me atrajo de ti, es exactamente lo que ahora me aleja”, por ejemplo, en las primeras etapas una persona platicadora es percibida como sociable, amigable, interesante…. Y en posteriores etapas como alguien que no se calla y que constantemente busca atraer la atención.
Una relación involucra interacciones a veces imaginarias (como “es mi novio pero aún no lo sabe” o “acabo de conocer a la futura madre de mis hijos”) a través del tiempo, donde cada episodio es afectado por eventos del pasado y expectativas del futuro. Este constante flujo dinámico implica sentimientos, emociones, atribuciones, deseos, esperanzas, desilusiones, reflejando lo que les ha acontecido,  comparándolo con lo que les gustaría que sucediera o imaginan que pueda suceder.
Las etapas son:
1.- Extraño/desconocido: como dos círculos que no tienen contacto, se percibe al otro sólo por aspectos físicos externos, sin fomentar el acercamiento.
2.- Conocido: Punto de quiebre, donde se evalúa y categoriza al otro, con bajo grado de intimidad, pero suficiente para decidir mantenerlo sólo en eso: conocido o relacionarse más cercanamente. (¿crees en el amor a primera vista o me doy otra vuelta?)
3.- Amistad: El interés de acercarse más implicado por una motivación afectiva o instrumental, es decir para resolver juntos algunas necesidades, reevaluando constantemente mantener o incrementar la amistad, pero aún con sentimientos profundos de cercanía, excluye los románticos, pasionales o sexuales. (Les amis sont comme les fleurs dans le jardin de la vie)
4.- Atracción: Esta etapa supera las exclusiones de la anterior, se construyen cogniciones imbuidas en intereses románticos, acercamiento afectivo hacia el otro y búsqueda de interdependencia.
5.- Pasión y romance: llamada también etapa de amor romántico, se complementa la atracción con alguna forma de satisfacción o excitación, considerando adecuada una mayor cercanía. Se da la interpretación cognoscitiva de intensidad que incluye una respuesta fisiológica. Al afecto y emoción se vincula el romanticismo y la devoción, en conjunto con el deseo, entrega y desesperación, esto generalmente es E-FÍ-ME-RO. (Se dice que un enamoramiento prolongado puede ser fatal, eso que se identifica como “el corazón a mil” y “mariposas en el estómago” durante largos periodos daña a la salud).
6.- Compromiso: Esta etapa se refiere a las situaciones en las que la pareja  está de acuerdo en continuar a largo plazo a partir de una evaluación y justificación por economía o por funcionalidad. En nuestra cultura occidental el más común de los compromisos es el matrimonio, supuestamente fundamentado en el amor (aunque originalmente era por funcionalidad), ocasionalmente se le refiere entonces como el sepulcro de los sentimientos, romance y pasión (la cultura popular tiene dichos como “el amor es una enfermedad temporal, que se cura con el matrimonio” o “si el amor es ciego, el matrimonio te abre los ojos”)
7.- Mantenimiento: Establecido el compromiso, con base en la estabilidad y evaluación de la familia, se permea el diario convivir en el largo plazo, se franquean problemáticas ante la llegada de los hijos, el sustento económico y emocional, hasta el envejecimiento juntos, alcanzando un grado de satisfacción a partir de sus estilos de interacción. En otras palabras: incluir romanticismo, pasión e intimidad a pesar de la cotidianidad. (un ejemplo es aquella pareja que luego de muchas décadas juntos, fue cuestionada sobre el secreto para mantener su pareja a tan largo plazo. Sin titubeos la elocuente ancianita respondió estamos en TRATAMIENTO: él TRATA y yo MIENTO).
8.- Conflicto: Además de lo placentero, las parejas tienen cambios, presiones y obligaciones que derivan en presiones y a sentirse frustradas, enojadas, irritadas o temerosas. De no resolverse en el corto plazo tales problemáticas, el mantenimiento se vuelve conflictivo, si además es recurrente, la pareja deja de ser placentera o funcional. Este conflicto lleva muchas veces a la pareja a buscar ayuda externa, pero no debe perderse de vista que la percepción y evaluación de la pareja es subjetiva y no es fácil ponerse de acuerdo en la existencia o definición del problema, por ejemplo en la díada Estabilidad-Aburrimiento. (En una pareja ella le manifiesta a su marido ¿Recuerdas que juramos ser el uno para el otro?, pues yo ya soy más del otro).
9.- Alejamiento y Desamor: A manera que la pareja se lastima desaparece el gusto por interactuar y conocer a la pareja, evitando el contacto cotidiano. Surgen entonces, la frustración al perderse todo lo que les unía y convertirse en lo que les aleja. Se minimizan los aspectos positivos y atractivos y se magnifican los negativos, del desamor, se puede llegar al hostigamiento físico y psicológico, lo que conduce a la búsqueda activa de evadir al otro miembro de la pareja. (La frustración lleva a dichos como: su matrimonio era una fantasía donde él esperaba que ella nunca cambiara y cambió. Ella esperaba que él cambiara y nunca cambió).
10.- Separación y olvido: En  toda relación que se torna insoportable, de inmediato se vuelven más atractivas otras opciones (dejar la relación o involucrarse con otra), pero el descontento lleva a que lo más adecuado es separarse. Se transforma el compromiso de pareja en un compromiso individual de lograr la separación. Legalmente el rompimiento puede sancionarse mediante el divorcio. Aunque frecuentemente se intente reintegrar la pareja, casi siempre al comparar la soledad o la nueva pareja con los aspectos positivamente reevaluados  de la anterior relación.  Sin embargo con las actividades de la nueva selección y el paso del tiempo se cierra el círculo pasando a la última etapa: el olvido.

Cada miembro de la pareja puede pasar con orden distinto cada una de las etapas y los miembros no siempre viven en la misma categoría que el otro. Muchas veces al pasar ciertas etapas como la de conflicto, al solucionarlo se revierte a la etapa de compromiso, sin pasar por la separación.
Este ciclo no es determinista en el patrón de evolución de las relaciones, puesto que algunas llegan a una etapa y no necesitan continuar a etapas posteriores y otras regresan o brincan a una etapa no contigua.  Se trata de una aproximación teórica de cómo se desarrollan las relaciones íntimas, puede predecir correlaciones positivas altas entre las categorías contiguas y también predecir correlaciones negativas entre los polos opuestos como Amistad-conflicto, atracción-alejamiento y romance-separación.  Este ciclo considera aspectos primordialmente psicológicos, por lo que una interpretación de la realidad de la pareja sin considerar otros aspectos como sociológicos,  sociodemográficos no sería del todo responsable.
Este ciclo de acercamiento-alejamiento es una parte de la teoría bio-psico-socio-cultural de la relación de pareja, no es el modelo completo.
Sugiero consultar el tema completo en el libro “Psicología del amor: una visión integral de la relación de pareja” de Rolando Díaz-Loving y Rozzana Sánchez Aragón, México, UNAM-Porrúa, 2002.














miércoles, 30 de enero de 2013

Sexy Zodiacales Signos de Puntuación


Cuando estaba en el primer año de la escuela primaria recuerdo muy bien que la maestra esforzándose porque los pupilos domináramos los signos de puntuación, nos ponía a identificarlos mientras ella leía, así cuando hacía una pausa corta los niños decíamos –coma-, pausa larga y decíamos –punto- , en una lista de elementos identificábamos comas intermedias, al terminar una oración y cambiar de tema era obvio el punto y seguido. Además tenía una tonadita muy especial para terminar el texto, entonces nos apresurábamos a decir –punto final-.
Ya en los siguientes grados y sin el entusiasmo de la maestra de primero, aprendimos a afinar el oído e identificar, el punto y la coma, los dos puntos y los puntos suspensivos, era como pasar al siguiente nivel de dificultad en el juego... al que por cierto, muchos no dominaron.
Así como hay personas que cuentan las líneas de la acera cuando van caminando, o se fijan en los zapatos de las demás personas, o identifican el perfume que el otro usa, etcétera, yo empecé a notar y registrar cómo las personas utilizan al hablar los signos de puntuación: comas, punto y seguido; punto y coma, dos puntos, puntos suspensivos, punto final, interrogación, admiración, paréntesis y comillas. Y como si se tratara de un zodiaco, aquí algunas características según su signo (de puntuación) dominante:

Coma,
Las personas cuyo signo dominante es la coma, se debaten entre la generosidad y la indecisión, generalmente dan un poco más no sólo de lo que se espera sino de lo que se les pide, por ejemplo: ¿me dice cómo sé si ya estoy en la calle de Tacuba? Y la persona de este signo te respondería: -Claro, notará la estatua del caballito, el museo nacional de arte, la calle del senado, el metro Allende, el restaurante los girasoles, el palacio de correo -…. (los puntos suspensivos son de quien esto escribe, porque es el opuesto de este signo como se verá más adelante) en este alarde de generosidad, la persona que preguntó ya lleva caminando 50 metros porque entendió, pero el informante, casi a gritos, le sigue enumerando,:  … a esquina con Motolinia, el Banco de México, enfrente Bellas Artes…… etcétera. Por otro lado, su característica de indecisión la muestra cuando se le pregunta algo como ¿qué tipo de comida te gusta? Y las personas bajo el signo de la coma empezarán con cierto movimiento de la cabeza de una lado a otro como campana, con respuestas como: -la tailandesa, la italiana, la china, la francesa, la mexicana, la española, la casera…. Y seguiría su larga lista sin dejar entrever siquiera algún común denominador o preferencia. Las personas regidas bajo este signo suelen ser, generosas, indecisas, imaginativas, inseguras, dependientes, extrovertidas, redundantes e iterativas. En cuanto a su vida de pareja, es precisamente así: pareja: sin sobresaltos, sin subidas ni bajadas, repetitivas, normalmente no se quedan solas, porque sus preferencias y expectativas las llena cualquier perfil, muchas veces no se nota el cambio porque su nueva pareja es igual a la anterior, sólo que se peina diferente. Aseguran que el tiempo es cíclico, que estamos condenados a repetir una y otra vez lo que nos ha sucedido en el pasado y de no ser así, tiene una larga lista de razones para que así sea. Suelen ser coleccionistas, tienen todas las versiones de un objeto, el cual tienen en cada uno de los colores que el fabricante ha lanzado, con diferencias tan intrascendentales que sólo ellos mismos encuentran interesantes de coleccionar.

Punto y Seguido.
Cuántas veces nos hemos encontrado con conversaciones en las que una persona dice: tajantemente: -y ¡ya!, aunque por otro lado….· o aquellas que dicen, -Ahí terminó. Pero eso no es todo…..”. Bueno una persona cuyo discurso es así, es que está regida bajo el signo del Punto y seguido. Estas personas se caracterizan por redundar en las ideas, (o en su única idea), parece que cuando ya habían dicho todo, se acuerdan de lo que sucedió a continuación. O abren un nuevo capítulo que ya no es tan interesante, o no te contaron lo más importante, sólo querían que te engancharas en su conversación, es decir, abusan de su signo para mantener tu atención y reservarse lo sustantivo para más adelante. Te ilusionan porque cuando crees que ya terminó su conversación, apenas están en uno de los peldaños para mantenerte atento. Estas personas, generalmente son hábiles, tienen capacidad para tener toda la película en su cabeza y dosificarla a su gusto, llegan a ser manipuladoras, pero también interesantes, ya que cuando encuentran a su público destino (target dice mi sobrino el de marketing) suelen dar una completa lección y compartir el estado del arte del tema que dominan. Nunca cierran círculos de verdad, en su vida amorosa, se encargan de que el mundo se entere de que ya terminó “definitivamente” con su pareja anterior, pero vive para los reencuentros, pues encuentra que le faltaron experiencias por vivir o áreas de vida por explorar, abriendo e intercalando nuevos capítulos con diferentes parejas a las que le entrega noches de elevada intensidad porque cuando parece que el encuentro sexual terminó, tiene una nueva ocurrencia, como para empezar de nuevo de esta forma aunque sea mayor la expectativa que el acto en sí, cumple su cometido de mantener enganchada y atenta a su pareja.

Punto y coma;
Las personas regidas bajo este signo, no solamente presentan las características de los dos signos anteriores, como son Indecisión, generosidad, habilidad y manipulación, sino que agregan un alarde y cierto aire de saberlo todo, aire que al moverse deja volando miles de residuos del pajar. Estas personas mantienen tu atención, utilizando una refinada búsqueda de sinónimos así para describir una obra de arte, pueden usar, “bella, excelente, excelsa, sublime; lúgubre, tenue, discreta, retadora.” Nótese el punto y coma para cambiar de una serie de adjetivos a otra.
Las personas dominadas por este signo suelen reunir la característica repetitiva de las personas bajo el signo de la coma, pero con una estrategia de enganche como las personas del signo punto y seguido, entonces pueden manipular para mantener la atención de su interlocutor pero además saturarlo con series de términos equivalentes logrando así una disonancia entre querer quedarse a escucharle y salir corriendo ante un bombardeo de paja innecesaria. Se puede notar que alguien está regido bajo el signo del punto y la coma aún sin escucharlo, basta ver sus ademanes durante su conversación, van indicando con movimientos circulares de una mano la serie de elementos que enumeran, luego del punto y la coma con la otra mano van haciendo el mismo movimiento de enumerar una serie ahora distinta. Por ejemplo, al preguntarle si quiere una taza de café, con una mano empezará a indicar que el café es bueno, activa la circulación, eleva el nivel de alerta, es aromático, con un poco de crema, endulzado se potencializa su sabor; (y con este punto y coma, cambia de mano y enumera lo siguiente) te quita el sueño, provoca taquicardia, acidez, endulzado se pierde su esencia, no debe hervir, agregarle crema disfraza su aroma…….y así sigue. Se cuenta que el exceso en el dominio de este signo puede confundirse con bipolaridad y acentuado con personalidades múltiples. Su vida amorosa y sexual suele ser intensa, variada, imaginativa, creativa, pero cansada, exagerada y poco congruente, en su característica de innovador, cae en el extremo de lo impredecible y por eso sus parejas luego del encanto toman previsiones o distancia para no quedar encerrados en una dinámica original, estimulante; pero incómoda por tormentosa, impredecible e inestable.

Dos puntos:
La principal característica de las personas de este signo es la siguiente: anuncian su idea.
Así como está escrito en la oración anterior, la inseguridad de las personas bajo este signo se manifiesta con frases como: “pero te digo una cosa:….”, “lo que pasa es lo siguiente:…….”, “hay algo que tú no sabes:….”, “ocurre por dos motivos: ….”, “ni te imaginabas lo que viene:…..”. Y en esos dos puntos recae y resguarda toda la inseguridad, los dos puntos son un arco de confort, un espacio silencioso en el que se regocija para pasar saliva, tomar aire o hasta bostezar y tú como interlocutor, te quedas sin la capacidad siquiera de interrumpir su idea, puesto que aparenta estar a punto de soltar la gran información. De hecho hay una regla que dice que el tamaño de la pausa es directamente proporcional al peso de la información, pero indirectamente proporcional al dominio en el tema que esta persona tiene. Una característica definitoria es precisamente el aprovechamiento de las pausas y el refinado arte de estirar su duración sin romper la secuencia de la plática ni desenganchar al interlocutor. Se ha encontrado que dichas pausas no solamente se utilizan en el modo de hablar, sino también en el caminar, en el conducirse y hasta en los aspavientos: pasando a un nivel tangible el arte de estirar las pausas, muchas veces por la calle, vemos una persona que hace un alto abruptamente y ante la pregunta ¿qué pasó? (posterior a una comprensible pausa) te dirán sucedió lo siguiente: (pausa de nuevo) y darán una o dos opciones que tenían para llegar a su destino, retomando tranquilamente su rumbo. Existe un mito urbano que dice que de no dominar el arte de la pausa, éste se puede revertir y someterte, se han documentado casos de personas que quedaron hasta 20 años en estado catatónico.
En el aspecto romántico, estas personas tienen comportamientos como los siguientes: empiezan una relación y luego de semanas sin llamar, se comunican como si llevaran una pausa de cinco minutos sin verse. En lo sexual, cumplen las expectativas de quienes gustan de la dosificación de pasión, entrega e innovación: a sabiendas de que luego de unos minutos de pasión vendrá una pausa inconmensurable, seguida de una sesuda justificación directamente proporcional a la emoción de lo que sigue, pero indirectamente proporcional a la satisfacción que produce.

Puntos suspensivos...
Directamente a las personas bajo el dominio de este signo, se les identifica como las del final impreciso e insospechado. Aquellas que difícilmente terminarán una frase sin querer comprometer al interlocutor a que la complete, utilizan como estrategia dejar en suspenso su relato para que sea el otro el que cierre la idea. Los puntos suspensivos por regla se utilizan para interrumpir una oración imprecisa, para utilizarlos en lugar de etcétera y para omitir citas textuales, por lo tanto las personas bajo su dominio, antes que parecer obvios en sus oraciones, las lanzan a los demás como una granada que está a punto de estallar, los otros quedan atrapados: o dan una respuesta rápida o les explota en la mano. Las víctimas caen en esta trampa cuando escuchan oraciones como las siguientes: “ya ves lo que dice la gente, agua que no has de beber...” y el interlocutor de inmediato completará: “—déjala correr”, o en frases como “últimamente he estado yendo al gimnasio y así…” y con los tres puntos, uno debería asumir un largo etcétera como “he estado yendo al gimnasio, corro por las mañanas, vigilo mi dieta, utilizo complementos alimenticios dejé de fumar”, pero gracias a esos puntos suspensivos, uno se queda con cualesquiera de las conclusiones anteriores. Muchas veces la persona es un timador, fraudulento y hasta mitómano, pues en su manipulación de puntos suspensivos, entregará fechas de pago imprecisas, acuerdos orales ambivalentes y compromisos sin cumplimiento. Cuidado con ellos… pero los hay peores:  y estos son los que usan los puntos suspensivos al inicio, es decir, te cuentan una historia donde asumen que te sabes los fundamentos y antecedentes por ejemplo: “…botó lo que traía en manos y se regresó por donde había entrado.” Esto te compromete a saber qué traía en manos y por dónde entró…. No todas sus características son negativas, pues pueden aprovechar su signo regente para ser grandes contadores de historias, de novelas, de guiones cinematográficos, políticos (especialmente en campaña), legisladores e ilusionistas. En cuanto a lo sexual, no hay mucho más que decir, igual que en su discurso, inician algo y permiten que sea el otro el que termine (a veces en la soledad).

Punto Final.
Este es el signo de los que tienen la última palabra, estas personas poseen un fuerte carácter para que se haga lo que ellos dicen,  se les escuchan frecuentemente frases como “he dicho”, “no se diga más”, “vuelta a la hoja”, “se da carpetazo”, “se cierra la sesión”, “se declaran clausurados los….”. pero también requieren de un ambiente sumamente estructurado como para que todo quede acotado en tiempo y forma al alcance de su poder y capacidades. Quienes dominan el arte del punto final tienen una amplia visión de futuro y logran establecer rutas alternas como para minimizarlas y conducir a los demás hacia la opción o ruta previamente establecida por él, así como tener los argumentos suficientes para minimizar cualquier contraposición a lo que dice. Los más extrovertidos no dudan en verbalizar su signo por ejemplo: “he dicho que no, punto final”, “le tuve que poner un punto final a nuestra relación”…. El modo imperativo de su discurso y modo de conducirse, lo único que denota es la necesidad de contar con otras opciones, caminos alternos e ideas frescas. En el terreno sexual exigen tiempos, posturas y caricias en orden, intensidad y frecuencia exactas, son dominantes, pero insuficientes: todo el tiempo se sabe de casos en que sus parejas anhelan puntos suspensivos al menos para triplicar la frecuencia de sus encuentros. Su parentesco con el punto G, es remoto y meramente nominativo. Como se dijo antes, requieren que todo esté acotado, por eso no aprovechan ni la cuarta parte de las posiciones conocidas.

Interrogación
Los nacidos bajo este par de signos (¿?) manejan un malestar existencial y una eterna duda, dudan de donde vienen, quienes son, a dónde van. Tienen una incapacidad casi fisiológica a manejar otro gesto que no sea el de cejas levantadas hacia el centro de la frente y cuando el dominio de sus signos es mayor, desorbitan sus ojos como si nada entendieran. La cara con un gesto de ¿qué? te da una pista de una persona de este signo, pero al contestarte y recibir un ¿qué qué? te confirma de quien se trata: son aquellas personas que siempre preguntan, que viven en la regresión infantil de los tres años, donde los niños viven para preguntar ¿por qué? Y ¿para qué? “¿porqué llueve?, ¿para qué sirve el sol?, ¿porqué las hojas son verdes?, ¿por qué el hielo es frío?, ¿porqué el fuego quema?, ¿para qué sirve el suelo? ¿Cuánto mide el mar?, ¿porqué dormimos? Su principal gesticulación es una especie de aspaviento coordinado donde levantan de golpe las cejas y la frente mientras levemente suben las manos con las palmas hacia arriba, típica de preguntar ¿porqué?. Y hasta aquí entre la inocencia y la curiosidad podrían caer bien, pero las preguntas siguen y siguen, rebasando límites y barreras de espacio personal: ¿qué es esa mancha en tu cara?, ¿has oído de las enfermedades por exposición al sol?, ¿nunca te enseñaron a hacerte el nudo de la corbata?, ¿si sabías que cuadros con rayas no combinan?, ¿te han dicho que hubo una época donde ser gordita y bajita estaban de moda?, ¿te hubiera gustado ser la reina de belleza de entonces?, como si fuera algo superior a ellos, tienden a ser más inoportunos de lo humanamente soportable. Cuando llegan a darse cuenta, se preguntan y se preguntan y se preguntan, no necesariamente se responden.
Sus ventajas son que dentro de los signos de interrogación pueden residir cualesquiera de los signos anteriores y por ende a las personas dominadas por éstos. Su palabra favorita es el ¿qué? Y cuando tienen mayor experiencia logran metodológicamente enterarse del ¿quién?, ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, método conocido como el de las cinco “w”. En su escala evolutiva, se encuentran desde aquellos que preguntan exactamente lo que se les acaba explicar, hasta los que logran generar preguntas o cuestionamientos que durante generaciones la raza humana no ha podido contestar con precisión, pasando por el que no pregunta más que la hora y dónde queda la siguiente calle.
En cuando a su vida sexual, suelen llenar de cuestionamientos a su pareja sobre el ¿cómo?, ¿dónde?, ¿por qué?, ¿cuánto? ¿porqué no?, ¿así?, ¿así tampoco? Y su gesto inquisidor se repite muchas veces en cada sesión. Estas personas no se caracterizan por cubrir grandes expectativas, pues dudan, no toman la iniciativa, preguntan lo obvio y cuestionan en lo profundo, añoran alguna vez, que su pareja los mire con signo de admiración y no tanto de interrogación. Por otro lado, se les reconoce por honrados, pues nunca se quedan con algo, ni siquiera con la duda.

¡Admiración!
La ceja arqueada, los ojos expresivos y la inocencia a flor de piel caracterizan a las personas bajo el dominio de los signos de admiración, son toda emoción, y pasión, intensidad y esfuerzo constante para dejar huella en los demás. Los signos de admiración hacen que cada frase tenga un peso emocional superior, que sea casi un grito, que sorprenda y que sea capaz de ser sorprendido, cada frase cerrada con un signo de admiración es una afirmación emotiva y un sobresalto que llena de intensos colores las grises existencias de los demás. Un signo de admiración siempre hará la diferencia: no es lo mismo decir “tierra a la vista” que decir ¡Tierra a la vista!- sobra decir que en materia de desempeño sexual, lo llenan de pasión, histrionismo y sorpresas, pero igualmente son impresionables, de forma tal que siempre es una disyuntiva, o cambian frecuentemente o se convierten en signos de interrogación o algún otro nivel inferior de signo de puntuación cual llano punto y seguido. La principal carencia de las personas bajo este signo es la estabilidad, requieren de sobresaltos para sentirse satisfechos, no pueden ir a la cama si no llevan el corazón en la mano, toman innecesariamente riesgos y luego se admiran de los resultados.

(Paréntesis)
La singularidad de las personas nacidas bajo estos signos, es que al igual que los paréntesis hacen siempre una seña con la que casi juntan las palmas de la mano y en medio de ellas sueltan alguna palabra o frase generalmente fuera de contexto o ajena al tema. Por ejemplo: mientras alguien narra: “en aquellos tiempos (sabrá Dios cuáles) se cuenta que había una doncella (ay si cómo no) que vivía en un hermoso bosque (ni tan hermoso), donde había una malvada bruja (qué miedo), que le tenía mucha envidia por su belleza y elegancia (sobre todo elegancia), de la princesa estaba enamorado un príncipe reconocido por su valentía (más reconocido por traer mallitas entalladas), …… esta persona puede ser de lo más ingeniosa y creativa para mostrar un lado desconocido, poco explorado o demasiado obvio de lo que se está platicando, sin embargo, al tercer o cuarto paréntesis que abre ya quieres vendarle la boca. No sucede solo en las conversaciones, también en las demás actividades cotidianas de su vida: puede estar en una dieta vegetariana, pero abre un paréntesis para comer carne grasosa dos días y luego cierra su paréntesis. Puede estar concentrado leyendo o haciendo una tarea, pero hace una pausa para salir a fumar o caminar un rato, siempre regresa a lo que estaba haciendo, puesto que todo paréntesis se cierra, pero hay un derroche de recursos y esfuerzos innecesario si en lugar de paréntesis, tuviera la capacidad de esperarse al punto final. En cuanto a su economía es la persona que no termina de saldar sus deudas, pues aunque tenga la intención y los recursos para cerrar un trato o saldar un crédito, abre un paréntesis para gastar en algo que le gusta y deja pasar la oportunidad de llevar a buen término algo que le agobia. Es también aquella persona que sin tenerlo, aparenta un déficit de atención, pues enciende la computadora, para trabajar y abre un paréntesis para ir por un café, en el camino se encuentra a un compañero de trabajo y hace un paréntesis para actualizarse sobre sus vidas y antes de terminar, abre paréntesis para saludar a otra persona y mientras la saluda, revisa que tiene una llamada o mensaje en su teléfono móvil, abre un paréntesis para contestar el mensaje y luego termina de saludar, termina la conversación con su amigo, va por el café y regresa a su computadora que estaba a medio encender. Ese sería el ideal: abre tantos paréntesis como los va necesitando y en perfecto orden los va cerrando uno por uno hasta regresar a la actividad que dejó inconclusa al principio. Sin embargo, ese ideal es teórico, no se sabe de alguien que sea así, pues siempre deja a la mitad una conversación, no terminan de saludar, de contestar el mensaje, ni se sirven la taza de café, o la toman ya fría, no regresan a su actividad del principio y muchas veces ya no se acuerdan qué estaban haciendo o para qué se encaminaron al pasillo.
En cuanto a su vida sexual, suelen tener parejas con las que duran mucho tiempo y con infinita paciencia, ya que en una noche de pasión, pueden vivir el combo completo de ver tres películas a la mitad, tener una cena a medias, dormitar mientras regresa y hasta volver a empezar más de una vez, por no recordar en qué punto iban, su principal ventaja es el ahorro en anticonceptivos, por la seguridad que otorga el coitus interruptus.

"Comillas"
Las comillas indican que se trata de una cita textual, que lo que se dice no es responsabilidad de quien escribe sino de alguien que lo pensó o lo dijo y que en el texto se reproducen fielmente. No es una persona carente de ideas, simplemente está imposibilitada para generar las propias, no se esfuerza en innovar si ya puede hacer uso de lo que alguien más generó. Da la impresión de contar con amplia cultura, de haber leído mucho y de discriminar finamente entre los puntos de vista de los autores, sin embargo, la realidad es que va recogiendo las minucias y muchas veces utilizando fuera de contexto los fragmentos que se graba, anota o “copypastea” de otros lugares, por ejemplo  en medio de una conversación podrá ser imperativo al decir “La filosofía implica una movilidad libre en el pensamiento, es un acto creador que disuelve las ideologías” según M. Heidegger, aunque no tenga claro quién fue o es Heidegger ni siquiera conocer si la M. es de María o de Martin, peor aún es cuando pronuncia el nombre completamente diferente hasta en su género, como en el siguiente ejemplo tomado de un caso real: ”Dormí y soñé que la vida era alegría, desperté y ví que la vida era servicio, serví y ví que en el servicio se encuentra la alegría” así lo dijo la Rabina Gran Tagora. (Sólo para quienes no recuerden el caso en los medios, la cita es de Rabindranath Tagore). En la dinámica evolutiva está en lo más alto quien puede citar textualmente un párrafo completo y responder a todas las preguntas sobre la biografía y circunstancias del autor, hasta el nivel básico donde no se toma ni la molestia de saber el origen y comienza la cita así “ya lo dijo aquel” o “como bien decía un filósofo” o “como se dice…”, muchas veces mencionando una cita cuyo autor  es por todos conocido. En ese mismo nivel evolutivo puede mezclar citas de los grandes filósofos con citas de estampitas como “amor no es mirarse a los ojos, sino mirar juntos en la misma dirección” o fragmentos de canciones populares como “pa’ que veas cual es el precio de las leyes del querer”. De cualquiera de estas formas, las personas bajo el dominio de este signo, luego de lanzar una cápsula de pensamiento, y esta no encaja en el contexto, o es una falacia, o resulta incómoda, culpará siempre al autor del que la tomó. No es piratería, aclaro, porque el dominio en el arte de las comillas, bien desarrollado, puede causar la mejor de las impresiones y tener un mejor uso que el original. Ya lo dijo Antonio Skármetta en su libro “Il postino di Neruda” “la poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita” (bueno en realidad “Il Postino” es la película de 1994, que se basó en el libro “Ardiente Paciencia”, 1986, solo para deslindarme de este signo). En su desempeño sexual, ante la falta de creatividad, las personas de este signo replican lo que escucharon, vieron o interpretaron de otros, así un día pueden hacer que parezca algo extraordinario, pero después quedarse a la mitad sin poder recordar lo que seguía en el original. Suele enamorar a su pareja utilizando citas y fragmentos de otros, pero romper abruptamente el encanto al mencionar mal el autor, pretender adjudicarse la autoría o peor aún, citar de memoria sin haberse detenido a saber el exacto significado de la frase.

¿Ya sabes a cuál es tu signo regente? Conversemos unos minutos y te lo digo.