miércoles, 13 de febrero de 2013

Amistad, Amor y Desamor


El ciclo de acercamiento - alejamiento

Para entender las relaciones humanas es básico delimitar la etapa de desarrollo o disolución en que se encuentra.  La relación se concibe como una serie de pasos interrelacionados, que se dan a través del tiempo, que determinan y definen el nivel de acercamiento e intimidad. Esta percepción individual sobre el nivel de cercanía-lejanía es subjetivo y no siempre concuerda entre sus miembros, lo que es innegable es que el paso del tiempo afecta directamente esos procesos.
Dependiendo del grado de acercamiento-alejamiento, cada miembro evalúa diferente  tanto cognoscitiva como afectivamente las conductas del otro, pasando por una interpretación positiva cuando se siente ilusionada por las perspectivas de la relación, hasta considerarlas completamente aversivas en una etapa de disolución. Muchas veces hemos escuchado “aquello que me atrajo de ti, es exactamente lo que ahora me aleja”, por ejemplo, en las primeras etapas una persona platicadora es percibida como sociable, amigable, interesante…. Y en posteriores etapas como alguien que no se calla y que constantemente busca atraer la atención.
Una relación involucra interacciones a veces imaginarias (como “es mi novio pero aún no lo sabe” o “acabo de conocer a la futura madre de mis hijos”) a través del tiempo, donde cada episodio es afectado por eventos del pasado y expectativas del futuro. Este constante flujo dinámico implica sentimientos, emociones, atribuciones, deseos, esperanzas, desilusiones, reflejando lo que les ha acontecido,  comparándolo con lo que les gustaría que sucediera o imaginan que pueda suceder.
Las etapas son:
1.- Extraño/desconocido: como dos círculos que no tienen contacto, se percibe al otro sólo por aspectos físicos externos, sin fomentar el acercamiento.
2.- Conocido: Punto de quiebre, donde se evalúa y categoriza al otro, con bajo grado de intimidad, pero suficiente para decidir mantenerlo sólo en eso: conocido o relacionarse más cercanamente. (¿crees en el amor a primera vista o me doy otra vuelta?)
3.- Amistad: El interés de acercarse más implicado por una motivación afectiva o instrumental, es decir para resolver juntos algunas necesidades, reevaluando constantemente mantener o incrementar la amistad, pero aún con sentimientos profundos de cercanía, excluye los románticos, pasionales o sexuales. (Les amis sont comme les fleurs dans le jardin de la vie)
4.- Atracción: Esta etapa supera las exclusiones de la anterior, se construyen cogniciones imbuidas en intereses románticos, acercamiento afectivo hacia el otro y búsqueda de interdependencia.
5.- Pasión y romance: llamada también etapa de amor romántico, se complementa la atracción con alguna forma de satisfacción o excitación, considerando adecuada una mayor cercanía. Se da la interpretación cognoscitiva de intensidad que incluye una respuesta fisiológica. Al afecto y emoción se vincula el romanticismo y la devoción, en conjunto con el deseo, entrega y desesperación, esto generalmente es E-FÍ-ME-RO. (Se dice que un enamoramiento prolongado puede ser fatal, eso que se identifica como “el corazón a mil” y “mariposas en el estómago” durante largos periodos daña a la salud).
6.- Compromiso: Esta etapa se refiere a las situaciones en las que la pareja  está de acuerdo en continuar a largo plazo a partir de una evaluación y justificación por economía o por funcionalidad. En nuestra cultura occidental el más común de los compromisos es el matrimonio, supuestamente fundamentado en el amor (aunque originalmente era por funcionalidad), ocasionalmente se le refiere entonces como el sepulcro de los sentimientos, romance y pasión (la cultura popular tiene dichos como “el amor es una enfermedad temporal, que se cura con el matrimonio” o “si el amor es ciego, el matrimonio te abre los ojos”)
7.- Mantenimiento: Establecido el compromiso, con base en la estabilidad y evaluación de la familia, se permea el diario convivir en el largo plazo, se franquean problemáticas ante la llegada de los hijos, el sustento económico y emocional, hasta el envejecimiento juntos, alcanzando un grado de satisfacción a partir de sus estilos de interacción. En otras palabras: incluir romanticismo, pasión e intimidad a pesar de la cotidianidad. (un ejemplo es aquella pareja que luego de muchas décadas juntos, fue cuestionada sobre el secreto para mantener su pareja a tan largo plazo. Sin titubeos la elocuente ancianita respondió estamos en TRATAMIENTO: él TRATA y yo MIENTO).
8.- Conflicto: Además de lo placentero, las parejas tienen cambios, presiones y obligaciones que derivan en presiones y a sentirse frustradas, enojadas, irritadas o temerosas. De no resolverse en el corto plazo tales problemáticas, el mantenimiento se vuelve conflictivo, si además es recurrente, la pareja deja de ser placentera o funcional. Este conflicto lleva muchas veces a la pareja a buscar ayuda externa, pero no debe perderse de vista que la percepción y evaluación de la pareja es subjetiva y no es fácil ponerse de acuerdo en la existencia o definición del problema, por ejemplo en la díada Estabilidad-Aburrimiento. (En una pareja ella le manifiesta a su marido ¿Recuerdas que juramos ser el uno para el otro?, pues yo ya soy más del otro).
9.- Alejamiento y Desamor: A manera que la pareja se lastima desaparece el gusto por interactuar y conocer a la pareja, evitando el contacto cotidiano. Surgen entonces, la frustración al perderse todo lo que les unía y convertirse en lo que les aleja. Se minimizan los aspectos positivos y atractivos y se magnifican los negativos, del desamor, se puede llegar al hostigamiento físico y psicológico, lo que conduce a la búsqueda activa de evadir al otro miembro de la pareja. (La frustración lleva a dichos como: su matrimonio era una fantasía donde él esperaba que ella nunca cambiara y cambió. Ella esperaba que él cambiara y nunca cambió).
10.- Separación y olvido: En  toda relación que se torna insoportable, de inmediato se vuelven más atractivas otras opciones (dejar la relación o involucrarse con otra), pero el descontento lleva a que lo más adecuado es separarse. Se transforma el compromiso de pareja en un compromiso individual de lograr la separación. Legalmente el rompimiento puede sancionarse mediante el divorcio. Aunque frecuentemente se intente reintegrar la pareja, casi siempre al comparar la soledad o la nueva pareja con los aspectos positivamente reevaluados  de la anterior relación.  Sin embargo con las actividades de la nueva selección y el paso del tiempo se cierra el círculo pasando a la última etapa: el olvido.

Cada miembro de la pareja puede pasar con orden distinto cada una de las etapas y los miembros no siempre viven en la misma categoría que el otro. Muchas veces al pasar ciertas etapas como la de conflicto, al solucionarlo se revierte a la etapa de compromiso, sin pasar por la separación.
Este ciclo no es determinista en el patrón de evolución de las relaciones, puesto que algunas llegan a una etapa y no necesitan continuar a etapas posteriores y otras regresan o brincan a una etapa no contigua.  Se trata de una aproximación teórica de cómo se desarrollan las relaciones íntimas, puede predecir correlaciones positivas altas entre las categorías contiguas y también predecir correlaciones negativas entre los polos opuestos como Amistad-conflicto, atracción-alejamiento y romance-separación.  Este ciclo considera aspectos primordialmente psicológicos, por lo que una interpretación de la realidad de la pareja sin considerar otros aspectos como sociológicos,  sociodemográficos no sería del todo responsable.
Este ciclo de acercamiento-alejamiento es una parte de la teoría bio-psico-socio-cultural de la relación de pareja, no es el modelo completo.
Sugiero consultar el tema completo en el libro “Psicología del amor: una visión integral de la relación de pareja” de Rolando Díaz-Loving y Rozzana Sánchez Aragón, México, UNAM-Porrúa, 2002.