Hay cosas que uno no debe buscar
porque corre el riesgo de encontrar. Una página de Internet dijo que
mi día final es mañana, no pondré la liga, ni daré más pistas sobre el enlace,
eso es lo de menos.
El plan de vida y carrera, que
tantas veces tenemos que elaborar, normalmente no contiene un plan B, habla
bien de uno ante el reclutador tener sueños y que esos sueños tengan fecha para
que sean plasmados como metas y que podamos responder cómo nos vemos dentro de
cinco años, dentro de diez años y qué estamos haciendo hoy para llegar hasta
allí, a mayor estructura y planeación uno tiene más puntos y hasta se vuelve
confiable para un trabajo.
Pero un plan de vida y carrera se
convertiría en un dogma o en una cuestión de fe, si no contemplamos que se
puede planear y garantizar la carrera más no la vida, que uno puede programar
su retiro o jubilación mas no su deceso.
Existe una tendencia publicitaria
para que hagas, adquieras o conozcas 10 cosas antes de morir, las 10 películas
que debes ver antes de morir, los 10 destinos turísticos que debes conocer
antes de morir, los 10 libros que debes leer antes de morir, etcétera. Pero es
algo tan lejano, tan improbable y remoto que podemos estar de acuerdo en que se
deben conocer esos destinos turísticos, pero no contemplamos ese viaje para
este año, ni para los próximos cinco años, ni para la siguiente década,
seguimos viendo la vida como algo casi infinito.
Que soy muy sugestionable, me lo
han dicho varias veces, y que mi memoria no me ayuda, o mejor dicho el olvido
no se me da tan fácil. En la década de los 70’s había un programa de televisión
llamado el túnel del tiempo, y cierta vez que los protagonistas viajaron al futuro
tenían que resolver el asunto de que se terminaba el oxígeno un 18 de octubre de
1982 en el planeta tierra, no recuerdo el desenlace de esa ficción, pero lo que
sí recuerdo es que viví pendiente de esa fecha, hasta que me dije, hoy es el
día, hoy se termina el oxígeno en el planeta. Como es obvio no ocurrió así,
pero hace unos meses que encontré que mi fecha de defunción es el día de mañana
traté de olvidarla sin darle mayor importancia, pero la memoria no es
exactamente como una carpeta que se elimina del disco y luego de vaciar la
papelera de reciclaje no que da huella ( que no y que no). Sino que se enlaza a
estados emocionales y circunstancias que le dan claves para hacerlos presentes
de nuevo y ahí está, la fecha no se me ha borrado. ¿Recuerdan el zumo de melocotón? (http://jesusorduna.blogspot.mx/2015/06/zumo-de-melocoton-refresco-de-memoria.html)
Dicen también que cuando te vas a
morir pasa por tu mente toda tu vida como una película de alta velocidad, yo
creo que las próximas doce horas podría estar avanzando en la película de mi
vida a toda velocidad y no llegaría aún al festival del kinder donde hice un
baile para el día de las madres…. Hay quien dice también que cuando te acercas
a ese momento te da una lucidez e iluminación y te pones a arreglar asuntos
pendientes, a prodigar disculpas atoradas, a expulsar resentimientos añejos, a
preparar un camino de paz.
Y finalmente están todas esas
reflexiones a partir de la cuestión, ¿qué harías si supieras que hoy es tu
último día? Mismas que siempre me han causado risa, porque hay quien dice,
viajaría a donde siempre tuve ganas de viajar….( mi vuelo sería de más de 9
horas, más cuatro en el aeropuerto, ya no), abrazaría a todos los seres
queridos (y seguramente todos van a estar ahí para que los abraces hoy que se
antoja ¿no?), me enamoraría sin límites… (Ajá en menos de 24 horas), dejaría un
mensaje de paz y amor para la humanidad (pudiste hacerlo durante todos estos
años y lo postergaste).
El asunto es más sencillo, si ese
día llega, lo único que hice un día antes fue darme un baño y beber un vaso de
agua antes de irme a dormir, no vaya siendo que nada pase y el lunes tenga que
presentarme a trabajar sin haber descansado lo suficientemente….. en paz.
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