viernes, 22 de julio de 2016

El reto del papel en blanco y del micrófono abierto.

(Sólo por hoy)

Hace unas semanas que me pidieron grabar algunas reflexiones para un grupo AA, querían una opinión desde la Psicología para completar la revisión de temas y exposiciones que hacen diariamente en su compromiso con la sobriedad. Como para mí siempre asumir retos es estimulante, lo acepté y me comprometí, así por la mañana me pasan por mensaje cuál es el tema y durante el día lo ando pensando, me documento y por la noche envío la grabación de entre 5 y hasta 20 minutos. Alguna vez tomé curso de radio y me gusta tanto el reto del papel en blanco como el del micrófono abierto.

Aunque los temas dan para mucha más discusión, me limito a hablar del tema desde los textos de AA y tocar uno o dos conceptos de la Psicología. Los temas han sido como “Sufrir para sanar”, “morir para vivir”, “el porvenir”, “el vacío existencia”, “el amor”, “el odio”, “el miedo”, “la tolerancia”, tengo entendido que mis audios se comparten por Whatsapp y que del grupo original, los reenvían a otros grupos fuera de la Ciudad. No se trata tanto de hablar de lo que comparto sino de lo que aprendo, eso es lo estimulante de los retos, el aprendizaje que se da en el camino.

Y me he encontrado con el mundo de AA, donde las profesiones relacionadas con la medicina, Psicología, Psiquiatría, hemos tenido avances, pero somos superados por ese programa de los doce pasos que lleva casi un siglo funcionando y salvando millones de vidas.

Antes que los aprendizajes está la cultura organizacional, aquello que he estudiado para las empresas e instituciones que se compone por ritos, pensamientos compartidos, rutinas, costumbres, ceremonias. Aquí me pidieron dos cosas, empezar siempre con “Soy Jesús, Soy Psicólogo….” y luego de escuchar algunos audios que me han compartido, también empecé a despedirme como “…. que tengan felices 24 horas”. Mis primeros audios, eran preparados casi como guión para programa de radio, frases cortas, ideas concisas, buena pronunciación, atención en los matices de la voz, repetir en caso de que la lengua se trabe, no pasar de cinco minutos pero eso no gustó, el estilo no gustó, se me dijo que  sonaba como si estuviera leyendo, que mejor sería si lo platicara. Entonces el modo cambió en lugar de un guión, preparé un mapa conceptual, así puedo seguir las ideas con mis propias flechitas y en dirección de las manecillas del reloj, sin temor a improvisar alguna idea o tomar un atajo o desviación en el tema. Y con esa compulsión que les caracteriza, me piden que además comparta experiencias propias cuando mencione los conceptos, ya en uno de los temas conté una anécdota personal, pero no me convence tanto compartirlas, además de los cinco minutos que me llevaba un mensaje, ya me he extendido hasta 15 o 20 y el último era demasiado grande para compartirse por esa red social.

Un principio es reconocerse derrotado ante el alcohol, tocar fondo le llaman, y es un  buen principio para cualquier otro problema, eso es parte de lo que aprendí: reconocer cuando el problema nos ha arrollado y sabernos necesitados de ayuda, ahí sirvió mucho trabajar el tema con lo que son los mecanismos de defensa Hay también un reconocimiento a un Poder superior que les puede ayudar a recuperar la gobernabilidad de su vida, el tema trabajado es la esperanza y espiritualidad. Otro tema que dudaba yo desarrollarlo es el tercer paso: poner voluntades y vidas al cuidado de Dios, no es fácil hablar de Dios desde una posición profesional sin que las creencias propias emerjan, pero tienen una frase mágica y esta es “como nosotros lo concebimos” y entonces se abre el tema a teología, espiritualidad y no necesariamente religión. Me enteré que parte del grupo original al que se dirigen los audios, siguen al menos dos religiones diferentes y eso les ha causado conflictos al compartir sus propias experiencias.

Luego vienen un cuarto, quinto, sexto  y séptimo paso donde hay una elaboración de inventario, de reconciliación con el ser superior, introspección, examen del origen de sus problemas y llegan a un octavo y noveno paso donde el tema es el perdón, ir a disculparse con los agraviados de su vida, siempre y cuando en intento de enmendarlo no genere un problema mayor a la magnitud de la ofensa. Es todo un tema el del perdón. A partir del décimo paso empiezan a trabajar en paralelo lo aprendido con las vivencias diarias, es decir, luego de hacer análisis de sus errores pasados, utilizar esa experiencia para identificar los errores de inmediato y poniendo a prueba la sinceridad. En el décimo primero se fortalece, se normaliza y se trata se volver cotidiana la oración y meditación, para que en un segundo paso se haga labor de ayuda a otros.

Junto a los doce pasos, se manejan doce tradiciones que no son otra cosa que mandamientos  para mantener la agrupación lejos de intereses comerciales, políticos, partidistas y cuidar el principio del anonimato para evitar protagonismos personales que pudieran de-meritar la acción de todo el grupo.

Entre lo no escrito o como modelo de pensamiento se manejan cierto tipo de código de conducta, como disculparse en sus pronunciamientos compartidos de provocar intolerancia, yo lo entiendo como parte de no incomodar a los demás cuando cuentan problemas propios, hay un cuidado de no alimentar el ego, de una forma que cuando se tienen que reconocer triunfos o méritos, se desvía el reconocimiento y se dice que sólo Dios tiene esos atributos o características, cuidando minuciosamente la humildad. Se vive el “solo por hoy” y de tanto mencionarlo se vuelve un calmante para la depresión que les puede producir hablar y hablar del pasado y calmar la ansiedad de preocuparse por el futuro. Proponerse un compromiso de sobriedad de un solo día y al día siguiente cumplirlo también es considerado más viable que comprometerse a una sobriedad de meses o años. En una despedida diferente al finalizar un tema les dije (felices 1440 minutos, no sólo 24 horas).

Tuve un profesor de Psicofarmacología que cuando se tocó el tema del alcoholismo, nos comentó que en México, lo más efectivo para dejar de beber era ir a “jurar” ante la Virgen o comprometerse ante la iglesia. Sin embargo, los grupos de AA manejan ante todo el reconocimiento de la compulsión y necesidad de no asociar la sobriedad a algo temporal o falible, ni la familia, ni el trabajo, el amor, la pareja, ya que el razonamiento es que todos te pueden fallar, excepto el Ser superior, como quiera que sea concebido. Y en la lógica de que la característica de los adictos es apegarse casi obsesiva mente a algo, si se quita de en medio el alcohol, que no sea otra conducta, pasatiempo, comida, u otras sustancias, sino redirigir sus apego compulsivo también al Ser superior.

Me llamó la atención cuando me pidieron desarrollar un tema para domingo, le pregunté a mi amiga porqué en domingo, ¿acaso no descansan?, ella me dijo que el domingo es cuando más les afecta la soledad y la vida de adictos que dejaron atrás, ese día les hablé de tanatología.

Seguramente para los lectores nada de lo expresado es nuevo, pero este reto, me ha dejado ciertos aprendizajes y una perspectiva más amplia del tema de las adicciones, que no sólo al alcohol u otras sustancias se da. El tema de la codependencia sigue siendo el reto mayor.



Iimagen tomada desde: http://mm.queaprendemoshoy.com/wp-content/uploads/2014/02/microfono1.jpg

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