jueves, 9 de noviembre de 2023

El ABC de tu despertar espiritual

¡Celebra tu nueva vida!

Empiezo así con el título del último capítulo del libro de Diana Mathes, que sin afán de contar el final, considero que resume el objetivo, pues un despertar espiritual a eso te lleva, a una nueva vida digna de celebrarla.



En mi experiencia personal conocer y llegar a Diana Mathes fue como cruzar una cortina invisible y darme cuenta de la magia que ocurre a través de sus acciones, canalizaciones, manejo de energía y visión holística del ser humano. Aunque tuve años de terapia tradicional, individual, de pareja y familiar. Al trabajar una sola sesión con Diana, conseguí aterrizar y entender mucho de lo que ya había descubierto, pero no aplicaba. Así que, dentro de un ambiente amoroso, centrado en la persona, en ambiente angelical de protección divina, no de remedios inmediatos, sino de guías o pautas para el autoconocimiento y el crecimiento espiritual, todo se acomoda y te encamina a una vida plena. Y algo cambia para bien, para mejorar uno mismo y preocuparte por los demás, aprendiendo, evolucionando y colaborando para ser mejor como persona y como humanidad.

En su libro el ABC de tu despertar espiritual, logra conjuntar conocimiento ancestral con descubrimientos recientes como cardio-génesis, neurofisiología, conciencia plena, sanación cuántica. Introduce neologismos como amorafilia que significa estar afiliado al amor, fiel a tu corazón, a tu intuición, a tu deseo ardiente, a tus anhelos y te abre un camino infinito de posibilidades.

Es un libro vivo, porque al abrir sus páginas surge la música, la interacción que te orilla a escribir en él tus propias reflexiones, te enlaza a meditaciones en audio y a listas de reproducción con música ad hoc para la meditación y a meditaciones mismas. Y no, no incluye un disco o una memoria flash, la tecnología de punta está integrada de manera sutil y efectiva, es un libro que te habla, te conecta, te invita a volver a los primeros capítulos, te lleva de la mano a resolver retos, te abre un mundo interior de encuentro contigo mismo y autoconocimiento potencializado. Cuando lo terminas, sabes que tienes que volver a sus primeras páginas o a tus secciones favoritas, sea por que quieres volver a vivir la experiencia o porque a partir de las vivencias, notas que te decía algo más y ahora estás preparado para entender completa la lección que pasas superficialmente.

Empoderamiento, disfrute de la vida, gratitud, elevar tu frecuencia, interconectividad, comunicación desde el corazón, reprogramación, salto de fé, misión de vida, aquel tema para el que no estés preparado ahí estará esperando para que regreses en el momento preciso y de mejor aprovechamiento.

Y entonces llegarás al capítulo del final: ¡Celebra tu nueva vida!

Mathes Diana, El ABC de tu despertar espiritual, una guía de inspiración, bendiciones y respuestas angelicales para ti. Editorial En Positivo, Prólogo de Lucy Aspra. México septiembre de 2023

  

Fecha de lanzamiento en amazon: lunes 13 de noviembre de 2023

Presentación del libro: miércoles 22 de noviembre de 2023 en la casa de los Ángeles de Lucy Aspra. Ciudad de México.

 

 

lunes, 17 de octubre de 2022

Ni fortaleza o resiliencia: Carpe Diem

Ese día y esa eterna noche dos preguntas me hicieron varias veces: ¿cómo estás?, ¿ya comiste? Y dos afirmaciones casi con la misma frecuencia “no hay palabras”, “tienes que ser fuerte”.

Las preguntas se traducen en un te quiero y me preocupas, las dos afirmaciones denotan nuestra evasión y falta de entendimiento ante la muerte de un ser querido, peor aún, una hija en plena juventud.

Ariadna Celeste nacida en agosto de 2001, dos semanas antes de la convulsión mundial provocada por la caída de las torres gemelas en Nueva York, le tocó ese mundo confuso, caduco, urgido de reinventarse, demandante de fuerza, sensibilidad, de corazones generosos y de ideas innovadoras, ese año 2001, a mi hijita le di de comer, le ayudé con su higiene de recién nacida, le di masaje en los pies y la veía sonreírme y dormir.

Y su sonrisa atrapó miradas, afectos, expresiones de ternura, convertida en carisma, en habla y dicción tempranas, en simpatía para expresarse hablando, bailando o dibujando, expresando un desbordado amor por el mundo, por la belleza, por las personas, por los animales, las plantas y flores y su incesante preocupación por el cuidado del planeta.

Su inquietud desde la más tierna infancia por la moda, el diseño de ropa de sus muñecas y la suya propia, unas tijeras, un listón, una banda, una aguja e hilo y ella lucía piezas únicas a partir de ropa ordinaria y globalizada. Algunos perdemos muchos años de nuestra vida buscando vocación o profesión, Ariadna Celeste no tenía ese tiempo para derrochar, sabía que quería dedicarse al diseño de moda y ni aún la pintura, arquitectura y danza que le apasionaban, le hicieron sombra alguna sobre su pasión mayor: el diseño de modas.

Dicen que las hijas se apegan al Papá, yo no lo sé de cierto, porque a la relación con mi hijo, nada la opaca, el regalo de ser padre lo recibí de la vida por partida doble y siempre lo he presumido como tener un hijo único y una hija única. Las experiencias vividas, los complementos recibidos, las lecciones aprendidas de ambos son esa riqueza mayor que no está en los libros, películas ni sabiduría de boca en boca, solo cuando lo vives, lo gozas y eliges vivirlo, tienes ese privilegio de disfrutarlo siendo parte.

Ari (de cariño para abreviar el doble nombre de Ariadna Celeste), siempre estuvo cerca de mí, siempre pendiente de mis actividades, compartiendo mis propios pasatiempos y enseñándome sus juegos, haciéndome partícipe de sus fantasías, sueños, perspectiva amorosa de la vida, abriéndome puertas, con ese carisma y extroversión para iniciar conversaciones con desconocidos que en pocos segundos ya eran sus amistades, seguidores y fans, como un ser de cuentos de hadas que por donde pasa deja polvos mágicos que sacan del blanco y negro a los demás personajes para dejar una estela colorida de brillante arco iris. Una bebé, niña, adolescente, universitaria que tantas lecciones me dejó y que seguiré aquilatando por los años venideros. Seres con tal carisma y encanto generan entre tantos afectos también envidias y rechazos, aquellos que no solamente quisieran brillar como tú, sino que quisieran que no brilles y también me enseñó cómo lidiar esas batallas, venidas hasta de quienes esperabas el cariño incondicional. Aprendiendo que nada está escrito, que nada es para siempre y que existe algo más poderoso que es la fe, el compromiso con uno mismo, el estar bien con quienes amas y te aman, y a quienes no, desearles aún más amor porque más lo necesitan.

Ari llenó álbumes de fotos, memorias y discos duros de imágenes que nos tomábamos prácticamente en cada paseo, cada viaje, cada caminata al atardecer con su inseparable “Cátsup” su perro salchicha (Dachshund color negro-canela), cada día era una oportunidad de crear, de innovar, de hacer combinaciones de ropa, modificaciones, estampados, bordados, entusiastas propuestas creativas, a sus 21 años nunca dejé de verla como la niña de 3-4-5 años que con cualquier material como tela, papel, plastilina, hojas secas de los árboles, creaba atuendos para sus muñecas y mascotas de sus muñecas. Su sentido del humor y su risa explosiva y contagiosa recordada por quienes la conocieron, fueron su sello personal, más allá de la marca de sus colecciones formales que hizo en la Universidad. Su apariencia juvenil, casi infantil de la que siempre se ufanaba, generaba esa mezcla de simpatía y ternura de quienes la conocieron y siguieron en sus redes.

En septiembre de 2022, escogió uno de sus vestidos que había previsto desde abril para graduarse como licenciada en diseño de moda, recuerdo su entusiasmo y agradecimiento por habérselos comprado con tanta anticipación. Uno puede hacer todos los planes que quiera y seguirlos al pie de la letra, en armonía con el universo y sin tener agravios con nadie, pero no contamos con garantías de lo que pasará mañana. Ari vistió el 28 y 29 de septiembre ese atuendo que ella misma eligió, exactamente cuando se celebra el día del diseñador de modas y en la fecha de graduación de su universidad. Sus compañeros universitarios pasaron por la noche a despedirla después de mencionarla en homenaje durante la cena de graduación. Que por cierto me enteré que era la generación que iba más adelantada, porque ella anticipó sus exámenes y requisitos para graduarse, esos años de universidad que aún con una pandemia mundial con pérdidas de empleo, con altísima deserción escolar, yo pude seguir cubriendo sus colegiaturas y ella orgullosamente mantuvo su beca de más de 50%. Las adversidades las sorteamos codo a codo.

Aquella noche cuando me decían que tengo que ser fuerte o que cómo le hacía para mostrar fortaleza, sólo me restaba decirles que no me considero tan fuerte, que sobrellevar un dolor así no estoy seguro que se trate de resiliencia ni fortaleza, sino de aprovechar el día, vivir el momento sin esperar tanto el futuro, no dejar para mañana lo que se puede hacer hoy: carpe diem. El dolor no desaparece, ni disminuye, pero cada día, cada minuto de los días que estuvo Ari conmigo, los vivimos intensamente, no se quedaron ni risas, ni “te quiero´s” pendientes, vivimos como padre e hija, como familia disfrutando lo que la vida nos permitió sin detenernos a pensar ni cuestionarnos cuanto podría durar.

Siempre con su apariencia juvenil, casi infantil, luego de la cirugía y la recuperación que no se dio en buen término, tuve nuevamente la oportunidad de ayudarle a alimentarse, a cepillarse los dientes, darle masaje en sus pies y recibir ese “gracias” y “eres el mejor Papá que Dios y la vida me ha dado, Te quiero tanto, tanto”.

El corazón se me ha fisurado solamente para que ella ingrese de una nueva manera, una vez cicatrizado estará sellado para que su recuerdo y esencia permanezca ya sin dolor.





 

martes, 9 de agosto de 2022

Sueño de abrazos no recibidos

 

Sueño de abrazos no recibidos.

No te digo luchador ni guerrero incansable
te he visto enfrentar batallas propias y ajenas
te he sentido reír en la alegría y llorar en las penas
defender causas, blandiendo ideas como sable

Crees darte cuenta que jamás recibiste un abrazo
que empujado sin aviso te lanzaron al ruedo
por parecer autosuficiente no te hacían caso
entérate que la vida misma te cubre en su regazo.

Tus expectativas amorosas en soledad te dejaron
encontrar y ser la pareja ideal romantizaste
y sin permitirte vivir el momento te extraviaste
no obstante soledad y desolación nunca se mezclaron.

Forjaste lazos de amistad sincera y profunda
en números se cuentan con los dedos de una mano
pocas son las almas con las que te sientes hermano
dicha escasa para otros, pero a tu corazón lo inunda.

¡Tu afán de dejar huella y de incidir en tantos temas
cuántas veces te hizo descuidar otras áreas de tu vida!
por trabajar, con dedicación y sentir la misión cumplida
tu almanaque de pendientes tiene páginas llenas.

No soy quien para reclamar ni hacerte reproches
testigo he sido de tus jornadas y desiertas noches
de repetirse tu existencia sé que de nuevo lo harías
con la diferencia de que esta vez un poco más te querrías.

Siempre has sido muy querido aunque quizás distraído
tienes una colección de gracias de anónimos y conocidos
por acciones, palabras o gestos amables que de ti han recibido
si pensabas que abrazos te faltan, hoy por miles te los he traído.

Cuando duermes, en la tranquilidad de tu sueño
sin necesidad de la presencia de seres queridos
afecto, abrazos y agradecimientos muy sentidos
te los entrego en abundancia, eres el dueño.



viernes, 25 de marzo de 2022

Dos corazones


Me ha tomado medio siglo entender
que con solo dos manos y corazón
incompleto está nuestro ser
lo doble de ambos es menester.

 

Con solamente dos manos
señalas norte y oeste
o apuntas este y sur
no abarcas los cuatro vientos

 

Un corazón es simple bombeo
ritmo sin ton ni son
dos integran el solfeo
de melodía y armonización.

 

Andar la vida así de corto
con supuesta autosuficiencia
te hace sentir roto
engañando a tu conciencia.

 

Por el camino manos te tienden,
corazones te ofrecen afecto
aunque no siempre entienden
que estar solo no es defecto.


Si la desesperanza te tira

de otras manos de tomas
incluso llegas a vivir una mentira
o confundir verdades con bromas.

Pero un día se te pone a prueba
conformarse con lo falaz
o alejarse muchas leguas
y dejar de usar antifaz.

 

Porque sucede la gran fortuna
que entre millones de personas
tu atención se centra en una
y con amor a las demás perdonas

 

Encuentras que aquellas manos
no formaban tu par ni forzando
tampoco par hicieron esos corazones
aunque sin afán de daño dejaron lecciones.

 

Ya sin presionar para la búsqueda
cual polos opuestos de un imán
si notarlo llegan esas manos, se quedan
y con un corazón adicional se hizo mejor plan.

 

Y aprendiste a abrazar aun a la distancia
encontrar en sus palabras la esencia
hallar en esos ojos cariño en abundancia
y a multiplicar tu gozo en su presencia.

 

Medio siglo podrá parecer demasiado
la distancia vista como obstrucción
pero resulta que te has enamorado
y a partir de ahora te llenas de ilusión.

Tus manos son cuatro cuando antes eran dos
a tu corazón que hasta hoy era melodía
lo acompaña uno segundo de armonía
unión que es buena y bendecida por Dios.

 

El sol sale con mayor claridad
las nubes forman hermosa danza
las flores abren con majestuosidad,
la luna de iluminarte no se cansa.

 

Adentro no hay amargura ni soledad
afuera ni lluvia ni tormenta
la vida fluye con toda bondad
luces radiante, eso se comenta.

 

Décadas pasaste en formación,
años de vivir para los demás
hoy recibes por primera ocasión
el regalo de amar y que te amen más.

 

Abre esas manos que ahora son cuatro,
levanta tu segundo corazón sin discreción
porque si la vida fuera una función de teatro
tu papel es estelar y también escribes el guion.





 

sábado, 11 de diciembre de 2021

ESPORA: Etapas para el cierre de ciclos

 

“…. la amorosa madre hace al niño tierno, al cual al calor de sus pechos le calienta, y con leche sabrosa y manjar blando y dulce le cría, y en sus brazos le trae y le regala. Pero, a la medida que va creciendo, le va la madre quitando el regalo y, escondiendo el tierno amor, pone el amargo acíbar en el dulce pecho, y, abajándole de los brazos, le hace andar por su pie, porque, perdiendo las propiedades de niño, se dé a cosas más grandes y sustanciales.” San Juan de la Cruz, La noche oscura del alma, España, año 1618.

 

Cerrar ciclos, alejarse, dejar fluir: que la moda de estos términos y consejos no banalicen su profundo entendimiento sobre el crecimiento, cambio y duelo que afectan el alma humana.

Cerrar un ciclo es diferente a superar una pérdida, primeramente porque los ciclos están anunciados, marcados por temporalidad y comúnmente asociados a cambios evolutivos, es importante hablar de ciclos y no de círculos, pues la vida no está hecha de unidades independientes y cerradas, los ciclos son más parecidos a una espiral en la que parece que volvemos a pasar por el mismo punto, solamente que ahora ya estamos en un nivel diferente.

Un ciclo es ese conjunto de vivencias asociadas a estados emocionales y sentimientos de los que nos cuesta trabajo alejarnos, a pesar de que los sentimientos hayan sido desagradables.

Pero te tengo una noticia, cualquiera que sea la vivencia o recuerdo que te tiene atado o atada, se encuentra en el pasado, ya te dio lo que podía darte: dolor, gozo, prestigio, denostación, tristeza o alegría, haya sido positiva o negativa te dejó el recuerdo y la lección, ya no forman parte de tu presente, así que no dejes que contamine tu futuro.

Cerrar un ciclo puede no ser tarea fácil, ni rápida, no haberlo cerrado abruptamente fue un mecanismo de defensa que permitió atenuar el impacto para que tu cuerpo y mente pudieran asimilarlo sin morir en el intento.

Así que, sin tratar de evadir dicha vivencia, habrá que enfrentarla, desarticularla, entenderla en sus componentes y dejar ir. La evasión como estrategia infantil funcionó ante eventos amenazantes, cubrirse los ojos con las manos era materializar la fantasía de que al perderla de vista,  la amenaza había desparecido. Te sugiero los siguientes pasos, cuyas siglas son ESPORA, por cierto, la espora es la forma que adopta una célula ante condiciones adversas para dispersarse y sobrevivir sin tener que fusionarse con otra célula, forma una capa protectora y da paso a una nueva vida.

1.- Evoca

El primer paso es recordar, no bloquear, sino repasar cada una de las vivencias que tuviste en ese ciclo, haya sido una relación de pareja, un trabajo, una etapa escolar, un lugar de residencia, trata de recordar cómo dio inicio, qué fue lo que te atrajo, qué fue lo que te empezó a alejar, cuándo dejó de funcionar, cómo se dio el término y qué es lo que extrañas, así como qué es lo que conservas del lapso que duró.

2.- Sustrae

Ahora que has traído a la mente toda la historia de ese ciclo que no puedes cerrar, tendrás que eliminar o sustraer lo que no es importante o lo que ha dejado de tener un valor material o sentimental, esto significa que quitas la paja o relleno ya que de todo ese periodo hay cosas que no extrañas o que si no hubieran aparecido, el ciclo sería el mismo. Piensa en horas aburridas, personas que ni el nombre recuerdas, inclusive objetos que puedes tirar a la basura sin arrepentimientos, por ejemplo de una etapa de estudiante, un día te deshaces de tus cuadernos de notas que ya cumplieron y que a nadie más le sirven.

3.- Pulveriza

Después de haber eliminado lo intrascendental, estás en condiciones analizar a detalle los eventos importantes de ese ciclo, en lugar de preguntar el ¿qué? Ahora estamos en posición de cuestionar el ¿por qué? y ¿para qué?, ¿por qué esa etapa de tu vida se volvió importante?, ¿por qué te niegas a dejarla atrás y eliminarla como cualquier objeto que eliminarías de la etapa anterior?, ¿para qué quisiera que todo siga igual?, ¿para qué me serviría estar en ese mismo tiempo y lugar?,  ¿por qué se volvió tan valioso? y  ¿por qué llegue a pensar que nada lo superará?

4.- Otorga y recibe perdón

Quizás en la etapa 3 ya encontraste soluciones y explicaciones, pero también rencores y resentimientos, repasaste agravios  a tu persona y acciones que tomaste que te hicieron empeorar la situación, más aún, te arrepientes de lo que no llevaste a cabo, de lo que no dijiste o no realizaste a tiempo. Aquí entra el ejercicio de perdón y este va en dos direcciones: a los otros y a ti. Recordemos que el perdón para que sea efectivo tiene que ser sincero, es decir, perdonar desde lo profundo del corazón y debe llevar una acción de resarcimiento, o sea de compensación del daño.

Un valor agregado que tiene el perdón es otorgarlo sin que la otra persona lo haya pedido todavía: otorgar el perdón porque ahora entiendo sus motivaciones para lo que hizo o dejó de hacer y si no las entiendo, perdonar porque sus razones debió tener. Por otro lado, el perdón a uno mismo se otorga de manera sincera también, no como una justificación sino como una verdadera disculpa a lo acontecido, a mi reacción ante los hechos, a mis acciones tomadas desde las circunstancias en que las tomé y perdón a la omisión, a mi falta de acción o comunicación que llevó a complicar la situación.

5.- Reconoce que no todo tiene explicación.

Nada existe más desgastante para la mente y nos quita más paz interior que tratar de encontrarle explicación a todo, tratar de armar una cadena de motivos, acciones y consecuencias lógicas por las que la otra persona tomó una decisión, por las que se cerró una oportunidad, por las que tuvimos una noticia de terminación o por la que se nos cerró una puerta sin explicaciones. Hasta este punto ya otorgaste perdón y te perdonaste por tu reacción. Ya es momento de reconocer que no tienes explicación para todo y que las otras personas actuaron con toda intención o en plena ignorancia de las consecuencias, igual que tú, lo que sabes es que hecho está y algunas veces esa debe ser razón suficiente.

6.- Acepta y responsabilízate

Ya repasaste todo, ya eliminaste la que no era importante, pulverizaste, es decir, analizaste todo lo que sí consideras significativo, otorgaste perdón aún sin que te lo pidieran, te otorgaste perdón a ti y aprendiste que no tienes la explicación de todo, con lo que te quitaste la altivez de creer que puedes poseer toda la información y la verdad. En esta última etapa podrás lograr la aceptación, el ciclo que no lograbas cerrar, comprender que tuvo impacto en tu evolución, te dejó pérdidas y ganancias, la principal: enseñanza, aprendiste la lección, no tuviste que explicarte todo, no tuviste que esperar disculpas, pero tampoco te quedas con culpa, te quedas con una responsabilidad, la de asumir consecuencias, la de entender tu lugar en el mundo, aceptar el cambio, que añorar la comodidad y espacio de confort solamente impediría tu apertura y libre tránsito a las etapas siguientes de tu vida: una vida sana.

Una característica de la espora es que se convierte en semilla y toda semilla posee vida latente, quiere decir que cuenta con el poder de germinar y florecer una vez que las condiciones e intenciones sean las propicias.


Imagen tomada de https://www.pinterest.es/pin/755901118681204113/


lunes, 7 de diciembre de 2020

Versos para pedir posada 2020

                     Versos para pedir posada

Peregrinos (afuera)

Anfitriones (dentro)

En el nombre del cielo

pedimos posada

no puede bien respirar

mi esposa amada

 

No seas inhumano

pareces Gatell

ni tu traes cubreboca

tampoco usas gel

 

Venimos rendidos

del seguro al ISSSTE

ya no hay popular

lo desapareciste

 

Posada le pide

al sector salud

camas y vacunas

no sólo ataúd.

 

Mi esposa es María

no tiene seguro

yo tercera edad

y aún trabajo duro

 

Ya pagué señores

esto no es caridad

usen mis impuestos

con responsabilidad

 

Aquí no es el IMSS

sigan al INSABI

no hay respirador

y camas quien sabe

 

Ya se pueden ir

y no molestar

porque si me enfado

no los voy a vacunar

 

Ya está lleno el ISSSTE

y el seguro heroico

ya puse más camas

busquen por ahí un kiosco

 

Ahora sí es vacuna

lo que quitaría el ansia

bien que andaban fuera

y sin sana distancia.

 

Ella tiene apoyos

Y tú el INAPAM

tomen sus tarjetas

Y pásense a formar

 

Dichosa la casa

que este día alberga

a María y José

de no irse a la _ _ _ _ _*

 

*calle

 

Al abrir los anfitriones, todos cantan:

 

Entren santos peregrinos, peregrinos con solución de agua y alcohol

Que aunque no haya medicinas, medicinas, toca sanitización.

 





jueves, 12 de noviembre de 2020

Nueva normalidad, nueva realidad

La normalidad es algo que se construye día con día, es variable y cambiante, temerle a una nueva normalidad es como tener miedo al siguiente amanecer.

El año 2020 ha significado una cruel sacudida a la humanidad, cuando se dice que la realidad supera a la fantasía, también se puede decir que supera a toda previsión y cálculo de riesgos.

Recuerdo que cuando era niño, entre los libros que había en casa de mis Papás y que consideraba que eran para adultos, había dos que hojeaba frecuentemente sin comprometerme a leerlos completos porque al fin de cuentas, la escuela primaria consideraba que a esa edad uno no debía leer más que unidades de página y media, ilustradas y de preferencia cantadas, en el mejor de los casos aquellos libros de texto gratuito contenían trabalenguas o adivinanzas, con las que no podía yo sorprender a mis hermanas mayores porque años atrás habían llevado esos  mismos textos. De ese par de libros, uno hablaba sobre el origen de las pirámides de Egipto y la única conclusión a la que llegaba era que no se sabía y quizás nunca se sabrá exactamente cómo se originaron ni cómo se construyeron. El segundo libro, trataba sobre los posibles riesgos que corría nuestro planeta, trato de recordar el nombre correcto y el autor, pero no lo consigo y si lo trato de buscar en Internet, aparece el concepto de calentamiento global y de lo que estoy seguro es que ese libro que hojeaba yo en la década de 1970 aun no manejaba como tal la globalización. Con toda la seriedad y autoridad que uno toma a esa edad los libros, era como entrar a la casa de los espantos o de los sustos, cada capítulo me hablaba de que en cualquier momento el planeta podría desaparecer y convertirse en polvo flotando junto a los asteroides, quizás por eso es que miro continuamente al firmamento y tengo fascinación por las estrellas fugaces, ahí está mi cuenta de Instagram sobre atardeceres como muestra. Pero también me dejaba la sensación de fragilidad y de vulnerabilidad, así como la conciencia de que en el momento menos esperado, el planeta Tierra se puede desintegrar como terrón de azúcar.

El planeta puede desaparecer por una guerra, si las potencias mundiales oprimieran el mítico botón rojo, en su afán de destruirse, nos llevarían de rehenes a todos los demás seres vivos, ya ocurrió en Hiroshima y Nagasaki en la segunda guerra mundial y hasta la publicación de ese libro, aún no se podía sembrar vegetación alguna en esos terrenos radiactivos. Seguía muriendo la gente por cáncer y enfermedades asociadas a la bomba nuclear.


Imagen tomada de: L'asteroideToutatis,ilvideodelsuopassaggio-Wired.it


La caída de un meteorito también podía terminar con la vida sobre la tierra, pues el choque de una piedra espacial del tamaño de medio campo de fútbol provocaría una onda sísmica expansiva sumamente destructiva, provocaría incendios de tal magnitud, que el humo oscurecería toda la atmósfera y los seres humanos morirían de diversas causas inmediatamente, pero los sobrevivientes de poco les serviría pues en un ambiente sin luz ni fotosíntesis ya no encontrarían qué comer… o respirar.

Retomando pensamiento Malthusiano, la población podría crecer más que la capacidad del planeta para alimentarla.

Así fuera un evento espacial, natural, social o de guerra, casi todos los riesgos podrían preverse a tiempo y hasta prevenirse o reducirse, inundaciones, incendios, sismos, invasiones de un país a otro, siempre quedaría una salida: ir a las montañas donde no se inunda, construir infraestructura resistente a sismos y tecnología para avisar (no es lo mismo que predecir). Durante muchos años de la niñez, estuve pendiente sobre cómo sobrevivir al impacto de un cometa o meteorito, al menos sabemos que pueden detectarse a tiempo. El caso es que sucediera lo que sucediera, los sobrevivientes, tendríamos la oportunidad de reconstruir, de reorganizar, de aprender de la lección, de abrazarnos y de continuar, con la esperanza y certeza de que todo volvería a ser normal.

¿Normal?

Aquel libro hablaba de volver a la normalidad, no de la normalidad como un riesgo.

Esto es lo que nos ha venido a enseñar el año 2020, el riesgo es la normalidad, los sobrevivientes no solamente tendrán que reconstruir, ir a lugares más seguros, volver a respetar las reservas naturales, evitar conflictos bélicos, poner atención en el control natal y la distribución de la riqueza, tendrán que planear y vivir en una nueva normalidad.

Entre los riesgos del planeta y la raza humana, no se contemplaba que el peligro fuera la “normalidad”, hoy el riesgo es un virus, una mutación de una célula que no podemos ver, que no podemos prenderle fuego o cerrar la ventana para que no ingrese a los hogares, una amenaza natural cuyo vehículo de transmisión es lo más abundante que tenemos: el aire y su contagio se da por el contacto humano, tenemos que evitar abrazarnos, la cercanía, hablarnos de frente, compartir el mismo alimento. Hoy el temor no es que caiga un cuerpo celeste e impacte la tierra (aunque no está descartado), hoy los gobiernos de los países poderosos no se están preguntando cómo invadir a otro (aunque tampoco lo descartan), sino cómo colaborar para investigar y probar una vacuna que neutralice los daños por el virus. Hoy el peligro no está en morirse de hambre (aunque tampoco lo hemos solucionado) sino en morirse por no respirar.

Pero así como saber que si detectamos a tiempo el meteorito y le mandamos un misil, al menos podremos desviarlo de su ruta y evitar que impacte a nuestro planeta, lo que hoy sabemos es que sobreviviremos con una nueva normalidad, en lo personal, mantendremos distancia entre desconocidos, cuidaremos la higiene de manos, evitaremos reuniones masivas, llevaremos una vida más saludable que no nos predisponga a padecimientos que se agravan con éste u otros virus. En lo colectivo, la nueva normalidad nos llevará a replantear valores y prioridades. En la nueva normalidad tendremos que contemplar si las relaciones humanas se mantienen en una superficialidad de saludos de mano, abrazos y besos o se reservan éstos para nuestros más cercanos; re-valoraremos si el futbolista merece percepciones mayores que el médico; si la producción de alimentos seguirá orientada a las sustancias artificiales y adictivas o tendremos un regreso a la nutrición sana; si seguiremos apostando a la tecnología desechable y basureros tecnológicos; si tendremos que seguir en un consumismo rapaz a costa de salud y sin desarrollo sustentable. Y si continuaremos valorando la placentera inmediatez y el hedonismo sin consecuencias.

No falta mucho, mañana o pasado mañana nos despertaremos no solamente en una nueva normalidad, sino en una nueva realidad.