Esta es una reflexión a partir de un
capítulo del libro cómo vencer las barreras organizativas de Chris Argyris: Cómo pasar del aprendizaje unidireccional al
aprendizaje bidireccional o de tipo II en las organizaciones que no logran
hacer conciencia de sus barreras e impedimentos para avanzar.
En el Aprendizaje unidireccional se
corrigen las acciones encontradas como incorrectas, o se resuelven los
problemas presentes. Generalmente no se llega a soluciones de fondo ni a las
circunstancias que dieron origen a tales conflictos.
Algo que comúnmente sucede en las
organizaciones es que se solicita ayuda de consultores cuando se presentan los
problemas, pero no se cae en la cuenta de que esos errores han sido
suscritos por los mismos individuos de
la organización. Estos se llaman errores creados, que no obedecen a la
ignorancia.
Durante la investigación acerca de las
razones para que esas acciones hubieran sido suscritas y mantenidas en ese
lapso y consideradas posteriormente como errores. Se encontró su
origen en las rutinas defensivas de organización y auto engaño. Básicamente en
problemas y barreras de comunicación, en buena parte por prejuicios sobre lo
que el otro pensaría, acerca de un cuestionamiento en particular, lo que había
conducido a que se distanciaran entre ellos y que luego se encubrieran dichos
distanciamientos.
Ante estos indicios y la formalidad en
la comunicación, se encontró que se trata de incompetencia por un lado y de
ignorancia competente por el otro. Este tipo de errores no es posible
corregirlos con la simple planeación, requieren de un cambio de los valores
vigentes, es decir, aprendizaje de un nuevo paradigma, esto es lo que se llama
aprendizaje bidireccional.
Una mera acción correctiva de estos
problemas (aprendizaje unidireccional) bien puede llevar a su solución, pero si
quien lleva a cabo estas acciones correctivas resulta que es también quien
permitió que estos problemas existieran, creando el soslayo y encubrimiento.
Notará después de resolver los problemas unidireccionales, que años o meses más
tarde se vuelven a presentar con diferente apariencia.
Se debe desarrollar la capacidad de
provocar un aprendizaje bidireccional, como una nueva teoría en uso. Para
lograrlo sirven estos cuatro pasos:
1.- Diseñar el mapa de acción con el
que la organización enfrente los problemas.
2.- Ayudar a los participantes a que
diagnostiquen de forma individual su grado de participación en la creación y mantenimiento del mapa.
3.- Reeducar a los participantes para
que hagan del Modelo II (aprendizaje bidireccional) su teoría en uso.
4.- Aplicar repetidamente la
experiencia de aprendizaje para resolver
los problemas que en adelante pudieran surgir, promoviendo en todo momento la
práctica de este paradigma en cuantos problemas se presenten.
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