Era tal mi entusiasmo que empecé
a enarbolar la bandera de dar la debida importancia al tema de la subcultura y
no centrarse exclusivamente en la cultura de las organizaciones, de la que existe
tanta literatura.
Los autores exponen que a pesar
de que sobre compromiso y subcultura existen numerosos estudios, poco se había
estudiado de la relación entre cultura y subcultura organizacional. En muchos
de esos estudios se asume que la cultura organizacional tiene efectos con la
ejecución y el compromiso. Sin embargo, en otros estudios se afirma que la
asociación entre cultura y compromiso es muy débil, pero contra lo que el
sentido común dictaría, sí se ha encontrado una relación estrecha entre una
cultura pasiva/defensiva y la continuidad en el compromiso. Si esto lo
quisiéramos ejemplificar en la sociedad mexicana, nos encontraríamos
con que existe un fuerte compromiso al trabajo en aquellas instituciones
burocráticas (por ejemplo de salud y seguridad social), más que en aquellas
instituciones privadas.
Otros autores han enfatizado la
independencia de las subculturas con relación a la cultura organizacional,
puesto que pequeños grupos tienen su propio y distintivo conjunto de valores y
creencias. Es bien sabido que si una cultura no está fuertemente articulada, la
subcultura se puede anteponer y ganar el compromiso de los trabajadores. Otras
variables de interés para el estudio fueron el liderazgo y la satisfacción en
el trabajo.
A mediados de los años ochentas
del siglo pasado se había encontrado que el compromiso en el trabajo está
determinado por diversas variables (edad, expectativas al emplearse, percepción
de las características del trabajo y el estilo de liderazgo). Pero el verdadero
mediador es la satisfacción en el trabajo, en otras palabras, qué tan satisfecho
se sienta el trabajador, influye en su compromiso. Finalmente quienes tenemos
la responsabilidad de conducir equipos de trabajo y coordinar esfuerzos para un
fin común, tendríamos que valorar mucho más la satisfacción para
lograr el tan anhelado compromiso de los trabajadores.
Y sólo como nota al calce, un
efecto directo en el compromiso lo
tienen el profesionalismo y las responsabilidades familiares, la fórmula a
mayor estudio y capacitación, mayor compromiso, pero también aquellos que
tienen dependientes económicos se toman más en serio su trabajo. Aquello de que
las mujeres con hijos tienden a dejar el trabajo tirado, no es del todo cierto.
El estudio en comento se enfocó a
las relaciones entre cultura y subcultura organizacional con el compromiso.
Tomando una muestra de enfermeras de
diversos hospitales (en Australia) a quienes se aplicó un cuestionario para
obtener mediciones de su compromiso.
En este contexto, la cultura
organizacional se refiere a la cultura del hospital y Subcultura se refiere a
la unidad de trabajo (llámese guardia de enfermeras o grupo de enfermeras en un
piso en particular), el compromiso se midió con la productividad de su unidad y
el estilo de liderazgo con la jefa de piso.
¿Qué esperaban los
investigadores? Que una cultura protectora e innovadora (ejemplo de hospital
privado) tanto del hospital como de la unidad de trabajo tuviera una
correlación positiva con el compromiso y por otro lado que una unidad de tipo
burocrático (en nuestro país bien podría ser un hospital público) mostrará una
correlación negativa con el compromiso, o sea que el simple hecho de estar en
una organización burocrática hace que los trabajadores no se sientan
comprometidos. Y en cuanto al liderazgo, su hipótesis era que un liderazgo por
consenso tendrá una correlación positiva con el compromiso que un estilo de
liderazgo por estructura (o sea impuesto).
¿y qué encontraron? En pocas
palabras que las enfermeras tienden a identificarse más con su área de trabajo
que con el hospital en su totalidad y que esto se refleja en mayor compromiso y
lealtad hacia sus unidades (a sus jefas de piso) que al propio hospital.
Encontraron que la satisfacción
en el trabajo está altamente relacionada con la subcultura y con otras
dimensiones como recibir elogios, interacción con colegas y flexibilidad con horarios. Como si los
acuerdos entre compañeros con liderazgo por consenso o moral contra el
liderazgo impuesto, aporta mayores satisfacciones y por lo tanto incrementa su
compromiso con el trabajo.
Y aunque esperaban que hubiera
relación entre edad y años de estudio con el compromiso, resulta que no es así,
de acuerdo a hallazgos de estudios anteriores pareciera que quienes ha
estudiado más y tienen mayor edad, esperarían también tener percepciones mayores
y su compromiso no sólo no aumenta sino que llega a decrecer (esto será materia
de otro análisis).
De esta forma aunque concluyen
que el compromiso de los trabajadores se correlaciona significativamente con la
cultura organizacional y subcultura, la variable que mayormente incrementa el
compromiso es una “unidad de trabajo de tipo innovadora y protectora”,
independientemente de la cultura del hospital.
¿Qué aporta este estudio para los
gerentes de hospitales? Que la subcultura tiene una mayor influencia sobre el
compromiso de los trabajadores que la cultura en general. Esto debería ser uno
de los factores más importantes a tomar en cuenta para la planeación del cambio
y el desarrollo de los ambientes de trabajo.
¿Por qué recordé este estudio en
este momento?
Va mi experiencia personal: En mi
trabajo colaboro con un equipo que como departamento hemos forjado una
subcultura independiente a la institución burocrática a la que pertenecemos,
por estar involucrados en la producción de sistemas y resguardo de datos informáticos,
se nos había permitido ocupar áreas cerradas, puerta cerrada porque no
podemos arriesgarnos a que personal ajeno tenga contacto con los servidores y
recursos de red, ni arriesgarse a que se extravíen consumibles ni componentes
de soporte técnico. Esa puerta cerrada nos mantuvo con ciertas reglas que
propuse y que más que imponer fuimos consensuando a lo largo de algunos años,
líder democrático me llamó una vez un compañero eventual, y que significaría
tanto que mi equipo de trabajo no vivía en una dictadura, pero el comentario
implicaba también falta de firmeza en las órdenes e instrucciones. Cualquiera
de las acepciones la tomé con agrado, pues es algo que he formado donde
programadores, técnicos, administrativos y apoyos tienen sus propias responsabilidades
y facilidades, es decir, si cumplimos con el trabajo no estamos obligados a
cubrir un horario inflexible, por otro lado un ambiente poco solemne ha
generado altos niveles de confianza, colaboración, camaradería y compromiso,
canalizando todos los esfuerzos hacía la tarea prioritaria del momento,
independientemente de si son las funciones propias o las del compañero de al
lado, siempre en una búsqueda de equilibrio y compensación de esfuerzos.
Dedicación completa en los momentos de presión y celebración en los trabajos llevados
a buen término. En voz mía y de ellos, un ambiente sano.
*(Leadership & Organizational Development journal, Volume 20, Number
7- 1999, pp. 365-374)
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