Publicidad no deseada en Internet
En nuestros días los anuncios espectaculares, muros
pintados, volantes repartidos por la calle, voceadores y promotores puerta a
puerta parecieran la prehistoria de publicidad, porque cada vez nuestras
actividades cotidianas se desarrollan más en un medio virtual o de
comunicaciones remotas como es internet. La publicidad se ha abierto y
apropiado espacios de los que también los internautas tenemos que salir bien
librados.
Publicidad para servicios gratis.
El correo electrónico gratuito no es otra cosa que un medio
para la publicidad con garantía de clientes frecuentes, que además son la
propia fuente de conocimiento para publicidad más personalizada, target bien
definido. Desde los años 90 del siglo pasado que se popularizaron sitios de
correo gratuito como Hotmail. Yahoo. Latinmail y luego gmail, entre muchos
otros hermanos menores, se nos otorgó el privilegio de mantener un buzón
personalizado, aparentemente gratuito. Sin embargo se ha tratado de páginas de
internet plagadas de ligas hacia productos, servicios, entretenimiento de paga
y típicos comerciales de viajes, almacenes y membresías. Algunos
definitivamente son su propio patrocinador, es decir, con hacer uso de sus
cuentas de correos electrónicos se lleva registro de visitantes que son el
blanco perfecto para ofrecer servicios de difusión a terceros.
Las estrategias
sutiles más utilizadas para que el usuario reciba los mensajes de publicidad son los constantes cambios de
diseño, de forma tal que si un usuario se habituó a hacer clic siempre del lado
izquierdo a cierta altura de la página para acceder a su correo, un día hace
clic ahí y luego se entera que el diseño cambió y el botón de acceso fue
colocado en cualquier otro lugar, ni culpar al proveedor, pues el usuario
debería estar atento a esos cambios. Cambiar botones por palabras subrayadas,
sobreponer ligas a publicidad rodeando un área muy reducida, lo que provoca que
el usuario aumente sus posibilidades de equivocarse y hacer clic en una liga a
hacia una página o elemento de publicidad inevitable.
Existen estrategias menos sutiles y estas son las que
indican que la publicidad se cerrará dentro de algunos segundos, a sabiendas
que el usuario tratando de abrir sus mensajes no despega la vista de la
pantalla todo ese tiempo.
De las estrategias menos sutiles, pasan a las estrategias
engañosas, donde se ponen ligas a publicidad disfrazadas de opciones del
correo, o del mismo botón de ingreso, salida o impresión que seguramente el
usuario oprimirá, pero obtendrá resultados diferentes a los esperados. Muchas
páginas de videos por ejemplo, ponen un enorme botón que dice
<reproducir> junto a otro que dice <descargar> están casi escondiendo una liga minúscula en
la palabra <iniciar> la cual es la que reproduce el video esperado, las
otros botones descaradamente grandes llevarán a pantallas de publicidad. El
truco más molesto es cuando el botón <cerrar ventana> también está
disfrazado y redirige a otra página sin cerrar la actual, produciendo gasto de
recursos de memoria, procesamiento y
tiempo, volviendo lenta la experiencia inicial.
Hay otro tipo de publicidad que aparece como latente, es
decir, se activa en algún momento ajeno a la actividad del usuario, por ejemplo
en una página de búsqueda al cabo de presentar 20 resultados, lo siguiente es
una página de publicidad y hasta que el usuario tenga interacción con ella, se
cierra para dar paso a los siguientes 20 resultados.
Luego de la publicidad sutil y engañosa el siguiente grado
podría considerarse ilegal, aquella publicidad que aparece sin ser activada,
que aparece como resultado de otra acción solicitada y que llega a bloquear el
navegador, a inhabilitar las páginas de origen, a descargar programas no
solicitados y hasta a introducir programas que afectan el funcionamiento de los
equipos o definitivamente insertar virus informáticos. No me refiero a las
cookies, ya que de esas está advertido el usuario y generalmente las acepta en
los términos del servicio.
Navegar bien librado de publicidad:
(Intento utilizar los menos tecnicismos posibles)
1.- En primer lugar, tener presente que navegar en internet
es cruzar un campo de bombardeo de publicidad, tener claro que igual que en las
tiendas de autoservicio, los artículos de primera necesidad están hasta el
fondo y los consumidores tenemos que cruzar varios pasillos de productos
llamativos, ofertas del día y anuncios de todo tipo para llegar a lo que sí
necesitamos y de igual forma, a la salida, se disponen en las cajas todo tipo
de antojos, revistas, juguetitos, bebidas individuales por si el tiempo de
compras aceleró nuestra sed o apetito, quizás haya sido tan aburrido que las
ganas de comprar una pelotita anti estrés de goma, ahora sean irresistibles.
De igual forma llegar en una página de internet a la
información que más nos interesa implica cerrar varias ventanitas emergentes y
resistirse a los anuncios de calcule su edad, lea qué le depara su horóscopo,
vea a la celebridad en su último escándalo, haga clic para ver el video que
está dando vueltas por todo el mundo, baje de peso, usted es el ganador por ser
el visitante un millón, contacte solteras o solteros en su área y muchas muchas
más.
Luego de brincar la publicidad obvia, es necesario
distinguir entre la publicidad engañosa, por ejemplo, si en el buscador, se
tecleó, el antónimo para la palabra “lacónico”, habrá cientos de robots que
recogen la palabra lacónico y la ponen para que el buscador la localice, así
tendremos que los primeros resultados de la búsqueda, anuncien diccionario de sinónimos
y antónimos, buscadores de palabras, traductores a otros idiomas, tareas
escolares, etcétera, pero ninguno contestad directamente “en antónimo de
lacónico es superfluo”, porque son ligas a diversos sitios donde uno se
encontrará banners o letreros de publicidad, muchos disfrazados de la
respuesta. Otros con la respuesta subrayada como enlace, para que el usuario haga
clic y avance a publicidad bajo su consentimiento.
2.- Ignorar todos los banners o recuadros coloridos y con
movimiento, nadie invierte en cosmética para lo básico (recordemos los
supermercados), generalmente las respuestas a nuestras búsquedas así sean de
texto, imágenes o de otro tipo, aparecen si mayor parafernalia.
3.- Atajos del navegador:
·
El principal atajo que utilizo dentro de un navegador
es la combinación de teclas <ctrl-f>
(control y la letra F al mismo tiempo), este es un buscador de cadenas de
texto dentro de la página, aprovechándolo, y escribiendo exactamente la palabra
(lacónico por ejemplo) nos dice en primer lugar cuántas veces aparece y nos
permite desplazarnos entre cada una de las ocurrencias, entonces si dice “lacónico”
y se ilumina su primera aparición, pero pertenece a un recuadro de publicidad,
al darle clic en siguiente se va a la próxima aparición y también la ilumina,
de modo que haciendo esto repetidamente puedo llegar a la palabra que busco sin
necesidad de leer ni distraerme en cada uno de los distractores.
·
Otro atajo es utilizar la tecla <tab>
tabulador, al presionarla repetidamente se salta a las palabras que tienen
enlaces (hyperlinks), entonces no se detiene en la publicidad gráfica por un
lado, pero por el otro, tampoco permite caer en la trampa de “oprima aquí para
obtener sus resultados” cuando en realidad el área seleccionable es mayor y se
refiere a publicidad, en otras palabras, oprimiendo <tab> varias veces,
me muestra un recorrido por los elementos seleccionables sin necesidad de
detenerse en los recuadros con trampa.
·
Abrir en nueva ventana: cada uno de los
elementos que me interesan prefiero abrirlos en una segunda ventana, de esta
forma, lo podré ver sin todo lo que le rodea, y si acaso por error, le dí clic
a la publicidad indeseable, cierro esa ventana sin necesidad de tener que
regresar (back) en el navegador, porque ese back hubiera vuelto a cargar todos
los elementos de la página. Así oprimiendo <ctrl> al momento de hacer
clic en el enlace deseado, este nuevo contenido se mostrará en una siguiente
ventana, y si no era, simplemente se cierra dicha ventana y continúa uno en la
anterior sin que haya registrado movimientos que ocupen tiempo y recursos de la
red.
·
Revisar la barra inferior del navegador cada vez
que se pasa el mouse sobre una liga o enlace, de esta forma aparece la
dirección destino en caso de oprimirlo, esto es útil porque muchos sitios o
recuadros aparecen con una serie de opciones atractivas a las que un navegador
experimentado no les haría clic, dentro del mismo recuadro, “dibujan” la opción
“no me interesa”, “más tarde”, “cerrar”,
“cancelar” o “salir”, al estad dibujados, no son varias ligas, sino una
sola que llevará al usuario a la misma dirección con publicidad, sin embargo al
estar vigilando la barra inferior, el mouse puede pasarse por todas la opciones
y el destino no cambia, señal indudable de trampa. Más molesto es todavía
cuando esos recuadros traen dibujado el botón [X] rojo que significa
universalmente cerrar la ventana, y hacerle clic de todos modos llevará a la
página de publicidad. (en algunos casos donde se ha bloqueado la barra
inferior, es posible analizar el destino de la liga, haciendo clic con el botón
derecho del mouse y solicitado las “propiedades” del enlace, mostrará si es el
mismo o no de los elementos contiguos).
·
El atajo más efectivo para evitar la publicidad
es <ctrl-w>, pero también es el último recurso, <ctrl-w> cierra la
ventana y toda la publicidad en ella contenida, pero también se pierde la
página en la que el usuario estaba navegando. Su utilidad reside en que algunas
páginas eliminan las barras de desplazamiento, el menú del navegador y hasta
los botones de cerrar y minimizar, así para una publicidad no deseada y
forzosa, una salida abrupta y definitiva.
Redes Sociales
Existen muchos usuarios que ingenuamente creen que el uso de
las redes sociales es gratuito, pensemos directamente en FaceBook y Twitter. Antes
de navegar en ellos tengamos presente que nadie cotiza en la bolsa de valores
ni se convierte en multimillonaria trasnacional regalando todo lo que tiene. Por lo tanto, cada movimiento que hacemos,
cada gusto que expresamos o cada tendencia que seguimos, es recogida para
integrar perfiles de consumidor. Afortunadamente la mayor parte de las veces
como una forma de respeto al usuario incluyen la leyenda (publicidad o enlace
patrocinado).
En Facebook, cada vez que llegan invitaciones de
aplicaciones externas, solicitan otorgarle permisos, éstos incluyen publicar a
nuestro nombre, enviar comunicaciones a nuestros contactos y permitir el acceso
a nuestros datos personales. Aquí la única recomendación es leer con cuidado
los términos de uso y vigilar consuetudinariamente la privacidad del propio
perfil. Y aunque parezca sin importancia, tampoco darle clic en “me gusta” a
todo lo que se nos ocurra, ese “me gusta” también fa formado un perfil de
cosumidor, pero si el clic es directamente a marcas comerciales, entonces
estaremos recibiendo continuamente posts publicitarios.
En twitter, cuando uno está interesado en las tendencias del
momento, por ejemplo, cuando comentarios de un sismo inunda las redes, aparece una
tendencia, llamada #BajedePesoconYogurth o una tendencia que diga
#ElMejorSmartphone, y resulta que son patrocinados, es decir, es publicidad
puesta en nuestro timeline. Otras veces sucede que una celebridad a la que
seguimos hace un comentario como “Mira qué buena foto acabo de tomar con mi
nueva cámara <marca> y <modelo>” y cuando se hace clic al enlace
lleva a una página comercial sobre el modelo y marca de la cámara mencionada. Aquí
no aplica revisar la barra inferior de la ventana del navegador, porque el
mismo está recortado o codificado.
Para estas dos redes sociales y las demás que surjan
mientras este texto ande por el espacio virtual de internet, el principio básico
será identificar las ligas a publicidad o enlaces patrocinados y por otro lado,
no dar clic a enlaces sospechosos, la sugerencia es que si el contenido que
estamos buscado no está a un clic de distancia, desconfiar de él. Si tengo que
dar más de dos clic´s para llegar a un contenido, cerrar la navegación.
Y nunca, nunca, navegar por hábito, usar las mismas rutas,
es aprovechado para que nos cambien un día la disposición de los botones o
ligas y terminemos dando clic en donde no debemos.
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