Entre mayo y junio de 1990, se celebró el Magno Congreso
Universitario de la UNAM, donde después de una Huelga, se había convenido,
discutir la estructura de la Mayor Universidad del País y transformarla para su
futuro (nuestro futuro). Me referiré ahora sólo a la anécdota que tiene que ver
con el día Internacional de la Mujer. Yo era el representante de la los estudiantes
de licenciatura de mi Facultad y me tocó estar en las discusiones para
transformarla.
Una propuesta que esperaban fuera por consenso, era la Creación del Programa de Estudios de la Mujer, pero no fue así, hubo dos votos en contra, el del director de la Facultad de Odontología y el del estudiante de la Facultad de Psicología (yo), los medios y las críticas se fueron contra El director de esa facultad, pero mi posición ya en ese entonces era que no deberían las intenciones de reivindicar, superar y lograr la equidad entre hombre y mujeres dirigirse con hacia uno sólo de los géneros. No tuve muchas oportunidades de expresar mi argumento, pero yo sabía que un día tendría un blog en el que me podría expresar libremente, así tuviera que pasar un cuarto de siglo para hacerlo. El tiempo me daría la razón, y no tan tarde: en 1992, la UNAM creó su Programa Universitario de Estudios de Género, que en la Misión tiene “.. contribuir al conocimiento y transformación de la relación entre hombres y mujeres, a través de estrategias y propuestas académicas que atiendan a las demandas y problemáticas sociales desde una perspectiva multidisciplinar, promoviendo la construcción de la equidad y la democracia de género. Vincula los esfuerzos intelectuales, metodológicos y técnicos de personas y grupos que trabajan desde la perspectiva de género, dentro y fuera de la UNAM. Fomenta el más alto nivel académico en la investigación, docencia, extensión y difusión de la cultura. (http://www.pueg.unam.mx/index.php)
Así que este 8 de marzo, en lugar de una malentendida
felicitación a las mujeres, prefiero recordar, que el trabajo no es sólo por
ellas, es por la equidad y democracia de género.
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